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Jaime, ¿verdad, mentira, sueño o ficción?
“Si hoy es miércoles, y estoy sudando en Sepang, pues será verdad, que corrí, me pelee con Michael, y termine el GP de Australia“
¿Jaime, qué valoración haces, ahora que han pasado varios días, de tu pelea con el Kaiser?
“Ante todo, que no me dí cuenta real de su significado hasta haber dormido una noche. Mientras estuve en pista, sólo me importaba defender el primer punto, ¡mi punto¡ en F1 de los ataques de un F1 gris, que me lo quería quitar. No pensé si era Schumacher, y si aquello era épico o no. Era otro piloto, que quería lo mismo que yo. El punto del décimo. Delante tenía a Pedro, que andaba ya sin gomas, pero pasarlo tampoco era fácil y la carrera terminaba. Éramos tres, con el mismo objetivo, y Michael y yo rodando en los tiempos de cabeza. Me fui ligeramente en un viraje buscando sitio para pasar a Pedro, Michel lo aprovechó, yo lo cerré, me lo llevé al exterior, rueda con rueda, pero el siguiente viraje le era favorable… no insistí. Sinceramente, después de dos horas de GP, Pedro, Michael y yo, merecimos puntuar los tres”.
¿Qué lección has obtenido de semejante catedrático?
“Schumacher me quitó un punto, pero sin darse cuenta, me dio mucho más. Me enseñó que debo entender y aprovechar mejor las gomas. Si las hubiera conservado mejor, hubiera ido a una sola parada, y estoy seguro que hubiera asegurado los puntos. No obstante, me doy cuenta que muy pronto seré capaz de aprovechar mejor los neumáticos, especialmente los blandos. Con los duros, ya empiezo a estar al nivel de su máxima prestación (aunque tengo que conservarlos más). Sobre Michael, sólo puedo decir que se comportó como un super profesional. Me presionó fortísimo, pero no hizo ninguna cosa que supusiera un conflicto entre los dos. Sinceramente, creo que Schumacher estará entre los mejores de este mundial, al final de 19 GP. El mundial de F1 es muy largo, y él estará delante”.