Porsche ha anunciado que su margen de ganancias caerá a un solo dígito este año debido a los aranceles estadounidenses y los costos más altos derivados de la baja adopción de vehículos eléctricos. La firma alemana prevé que su retorno sobre las ventas caiga al 6,5%, en comparación con la proyección anterior de al menos el 10%. También ha reducido su previsión de ingresos a 37 millones de euros, desde los 39-40 millones de euros previamente estimados.
La escasa demanda de vehículos eléctricos ha llevado a Porsche a no expandir la producción de baterías de alto rendimiento con su filial Cellforce. Los costos únicos de las baterías aumentarán a 1.300 millones de euros este año. Por otro lado, los aranceles impuestos por Estados Unidos han afectado las ventas de la compañía en abril y continuarán teniendo un impacto en mayo. Porsche no ha podido estimar el efecto más allá de estos meses.
La imposición de aranceles del 25% a los automóviles importados por parte del presidente Donald Trump ha puesto a Porsche en una situación complicada, ya que Estados Unidos es su principal mercado de ventas. A pesar de la sólida demanda de sus vehículos utilitarios deportivos Macan y Cayenne, la compañía no cuenta con capacidad de producción en Norteamérica y depende completamente de las importaciones desde Europa.
Ante las crecientes tensiones comerciales, varios fabricantes de automóviles europeos están tomando medidas para mitigar el impacto. Ferrari está aumentando los precios de algunos de sus modelos en Estados Unidos hasta en un 10%, mientras que Mercedes-Benz está considerando retirar del mercado la venta de sus vehículos básicos. Por su parte, Renault ha anunciado que retrasará la introducción en Estados Unidos de su marca de vehículos deportivos Alpine.
Una nueva estrategia
Además de los desafíos comerciales, Porsche se está viendo obligado a replantear su estrategia debido a la caída de la demanda en China. La marca ha realizado cambios en su junta directiva y ha acordado recortar empleos en Alemania para reducir costos. Las ventas de vehículos de Porsche en China sufrieron una caída del 42% en el primer trimestre, marcando el peor resultado trimestral en el país asiático desde 2013. La intensa competencia de fabricantes chinos como BYD está reduciendo aún más la cuota de mercado de los fabricantes occidentales, y Porsche ha mencionado las difíciles condiciones del mercado en China.
Ante la baja demanda de vehículos eléctricos, Porsche ha decidido invertir 800 millones de euros este año para ampliar su cartera de productos con más modelos de motor de combustión e híbridos enchufables. En marzo, la compañía redujo su objetivo de retorno sobre las ventas a medio plazo a entre el 15% y el 17%, desde el 19% anterior.