El gobierno de Nicolás Maduro ha acusado a Estados Unidos de cometer un “secuestro” luego de que una niña venezolana de dos años fuera separada de su madre migrante durante un proceso de deportación. El hecho ha generado una nueva crisis diplomática entre Caracas y Washington.
Roberto Burneo anunció que se evalúa presentar otras iniciativas para sancionar las afiliaciones indebidas en partidos políticos.
“Es un crimen por donde se vea arrebatarle una niña de dos años a una madre migrante solo porque es venezolana”, declaró el mandatario durante un acto público. Asimismo, anunció que se emprenderán acciones legales y diplomáticas para exigir el retorno inmediato de la menor a Venezuela.
Desde Washington, la Casa Blanca justificó la actuación de las autoridades migratorias señalando que la medida fue tomada para proteger a la menor, cuya familia, según información oficial, estaría vinculada al Tren de Aragua, una peligrosa organización criminal originaria de Venezuela.
De acuerdo con el reporte, Yorely Bernal Inciarte, madre de la menor, fue deportada tras ser acusada de reclutar mujeres para redes de narcotráfico y prostitución. Por su parte, el padre, Maiker Espinoza Escalona, fue trasladado a un centro de máxima seguridad en El Salvador, donde enfrenta cargos como presunto miembro activo del Tren de Aragua.
La menor permanece bajo custodia del gobierno estadounidense, mientras se evalúa su situación legal. El gobierno venezolano, por su parte, ha convocado para el 1 de mayo una marcha nacional exigiendo la reunificación familiar y acusando a Estados Unidos de una violación de los derechos humanos de los migrantes.
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