Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó nuevos resultados del Censo Población y Vivienda 2024, relacionados a la fecundidad, migración interna e internacional.
En la instancia, la jefa del Censo, Macarena Alvarado informó que hubo una baja a 56,6% en la fecundidad comparada con los datos de 2017, registrándose 2.617.509 mujeres con hijos en el país. Esto marca una caída de 14,1 puntos porcentuales (pp.) en un período de 30 años. Alvarado aclaró que esto equivale al grupo de mujeres entre 15 y 49 años y afirmó que “gran parte de la caída se produjo en estos siete años”.
La región que registró mayor porcentaje de fecundidad fue Atacama, con 62,5% de mujeres en el citado rango con hijos. En contraste, la Región Metropolitana fue la región que registró un menor porcentaje, con 53,5%. Por otro lado, la jefa del Censo destacó que hubo una caída en el índice de fecundidad en adolescentes, pasando de un 8,7% con hijos en 2017 a 2% en 2024, lo cual según explicó la Alvarado, conversa con los avances en políticas públicas de los últimos años
A nivel nacional también se observa una disminución en el promedio de hijos/a que tienen las mujeres entre 15 y 49 años, excluyendo a aquellas sin hijos/as. Este promedio es 1,97 en el Censo 2024, 2,05 en el Censo 2017, 2,29 en 2002 y 2,52 en 1992, tendencia a la baja que se repite en todas las regiones del país.
Las regiones que presentan un mayor promedio corresponden a Tarapacá (2,15), Atacama (2,09) y Arica y Parinacota (2,07). En contraste, las regiones de Magallanes (1,9), Ñuble (1,94) y Metropolitana (1,94) presentan los menores valores.
Migración internacional e interna
Una cifra que se duplicó fue la de la población censada nacida en otro país que reside en territorio nacional, o sea, inmigrantes internacionales. Según indicó la jefa del Censo, se registraron 1.608.650 personas, lo que equivale a un 8,8% del total de la población del país. En 2017, la cifra marcó un 4,4%. Esto quiere decir que actualmente, del total de personas que residen en el país, 8,8% corresponden a inmigrantes.
La mayoría de los inmigrantes internacionales provienen de Venezuela con 669.408, lo sigue Perú con 233.432 y Colombia con 197.813. Del total de los inmigrantes internacionales, el 51,7% corresponde a mujeres con la llegada de 832.262 personas. Los hombres en cambio, registraron 48,3%, con 776.388 inmigrantes.
Según registraron los datos, entre 2017 y 2020 se produjo la principal ola migratoria. También, a nivel país, en el norte la mayor llegada de extranjeros proviene de Bolivia, en la zona centro, de Venezuela y hacia el sur, específicamente en la región de Aysén, inmigrantes de Argentina.
Con respecto a la migración interna -que se refiere a las personas que cambiaron su región o comuna de residencia habitual en los últimos cinco años del Censo-, se registraron 927.598 personas. A la región de Coquimbo llegaron 62.011 personas, la mayoría proveniente de la Región Metropolitana; mientras de esta última emigraron 397.592 personas.
Por su parte, un 10,9% y 10,6% de la población que reside en Los Ríos y Aysén, respectivamente, son personas que llegaron a vivir desde otras regiones. En Ñuble este porcentaje alcanza 9,6%. En tanto, la Región Metropolitana registra el menor porcentaje, con 2,7%.
El desafío de las políticas públicas
Tras la presentación de los resultados, se constituyó un panel integrado por la directora de la Escuela de Gobierno UC, Andrea Repetto; el integrante del Comité Asesor de Censo 2024, Andrés Hernando; y el representante de la Celade-Cepal, Gabriel Borges. En este espacio, cada uno en su área, discutieron los desafíos del escenario chileno ante la crisis de fecundidad, la migración internacional e interna.
Repetto expuso sus ideas ante la crisis de natalidad en Chile y aclaró que “hay que darle una oportunidad a la corresponsabilidad para que aparezca”. También, señaló la importancia de trabajar “para un mercado laboral más robusto, más participación laboral femenina y para que las personas en edad de jubilar que quieran y puedan seguir trabajando, lo hagan”.
Como un elemento positivo de las cifras entregadas destacó que ha disminuido el embarazo adolescente, ya que “sabemos que tener hijos a temprana edad afecta las posibilidades de desarrollo de toda esa familia”. Así, sumó las incógnitas del gasto en educación y el crecimiento económico afectado por la baja fecundidad. “Para atender este problema hay que mirar las causas”.
“Hay decisiones de las mujeres que han llevado a este resultado”, dijo Repetto. Una de ellas es la “aspiración de las mujeres de participar en lo público y no recluirse solamente a lo doméstico”, pero también, “se ha vuelto más difícil porque hay menos recursos” y que aún hay barreras de flexibilidad laboral. Sumado a eso, aclaró que las empresas también pueden hacer más y que hay que trabajar en políticas diversas, que abarquen más áreas y que no permitan que en un futuro se sigan viendo “juegos infantiles vacíos y lo triste que es pensar en un país sin niños”.
Desde la mirada de la migración internacional, Borges explicó que “hay oportunidades analíticas muy importantes en la migración internacional”. Chile se posiciona en los promedios más altos a nivel mundial y “hemos visto un cambio importante en la estructura de la migración internacional”.
“Ahora las personas migran dentro de América Latina, principalmente la migración venezolana”, agregó. Así, enfatizó que es fundamental abordar este fenómeno con una perspectiva “de derechos y desarrollo”, en busca de comprobar las evidencias sólidas de que “la migración tiene cómo contribuir al desarrollo sostenible”.
También, hizo un llamado a pensar en políticas públicas que aborden el fenómeno de que los inmigrantes representan uno de los grupos más vulnerables y que se debe trabajar “para la integración de esas poblaciones”.
Hernando, por su parte, abordó las implicancias y los desafíos de los movimientos de personas dentro del país. “Estas cosas ponen una presión importante sobre la infraestructura de las regiones que reciben”, explicó el economista.
“Las causas de las migraciones internas son casi las mismas que las internacionales, hay atractores y expulsores”, dijo Hernando. Él define las fuerzas que hacen salir a una persona como condiciones económicas, bajo crecimiento en el lugar de origen y también inestabilidad política y social. Pero una de las razones, más allá de la pandemia, es el cambio tecnológico.
Hoy las personas descubrieron que el teletrabajo les permite trabajar desde cualquier lugar, por lo que deciden irse a regiones que se vuelven más atractivas, por su calidad de vida, sustentabilidad y el ambiente, para instalarse, explicó. Sin embargo, el economista advirtió que muchas empresas van a revertir la posibilidad de teletrabajar.
Otro fenómeno es la heterogeneidad. “Lo que está pasando en Ñuble, que la población que está llegando es más vieja que la población que se va, eso indica que la región va a envejecer más rápido”, aclaró. Lo anterior llevará a que se deban hacer cambios en términos de política y salud preventiva.