Si alguna vez te has sentido un poco mal durante una carrera, ligeramente menos estable en los senderos o más lento para reaccionar en un descenso, podría no estar en tu cabeza. Para los corredores en particular, las lesiones de rodilla pueden ocurrir sin previo aviso, especialmente durante sesiones de alta intensidad, o cuando el terreno se vuelve complicado. Ahora, nuevas investigaciones están analizando si los cambios hormonales naturales del ciclo menstrual podrían estar aumentando silenciosamente el riesgo para las corredoras femeninas, informó recientemente Women’s Health. Aquí tienes lo que necesitas saber.
¿Está tu ciclo menstrual poniéndote en riesgo?
Resulta que tu periodo podría estar haciendo más que afectar tu estado de ánimo o tu rendimiento. Los investigadores están comenzando a preguntarse si ciertas fases del ciclo menstrual podrían aumentar silenciosamente tu riesgo de lesiones, específicamente esas temidas roturas del ligamento cruzado anterior (ACL) que pueden dejar a los corredores fuera de juego durante meses.
Los números son difíciles de ignorar: las mujeres tienen de tres a seis veces más probabilidades que los hombres de sufrir lesiones de ACL, y la tasa no ha cambiado en más de dos décadas. Ahora, los científicos del deporte de la Universidad de Kingston en el Reino Unido están investigando por qué, y monitoreando los niveles hormonales y el rendimiento atlético a lo largo del ciclo menstrual para ver si hay un patrón.
Como dice el experto en biomecánica Simon Augustus, “Queremos examinar si los atletas pueden estar más predispuestos a lesiones debido a cambios funcionales durante el ciclo menstrual.” Traducción: podría no ser solo mala suerte. Tus hormonas podrían estar afectando cómo se mueve tu cuerpo y si aguanta.
Cómo afecta esto a los corredores
Los corredores no suelen girar y pivotar como los futbolistas, pero el riesgo sigue presente, especialmente para aquellos que entrenan duro todo el año. Las lesiones de ACL en la carrera a menudo ocurren en terrenos inestables o durante cambios rápidos de dirección, donde la estabilidad se ve comprometida. Combina esto con fases hormonales donde los ligamentos pueden ser más elásticos y los tiempos de reacción ligeramente más lentos, y tienes una receta para problemas.
No solo los atletas de élite están en riesgo. La investigación respaldada por la FIFA también está estudiando a jugadores de base y aficionados, lo que significa que los corredores cotidianos pueden beneficiarse de los hallazgos.
Lo que puedes hacer ahora
Aún no tenemos pautas concretas basadas en las fases menstruales, pero la conciencia es un buen primer paso. Si sabes que estás en una fase de alto nivel hormonal (alrededor de la ovulación, cuando el estrógeno alcanza su pico), podría ser inteligente agregar calentamientos adicionales, enfatizar la mecánica de aterrizaje adecuada o cambiar la velocidad por trabajo de fuerza.
¿Mejor aún? Fortalece tus glúteos, isquiotibiales y core todo el año para apoyar tus rodillas, sin importar en qué fase de tu ciclo te encuentres. Muchas lesiones de ACL ocurren sin contacto, y esas son las que podríamos realmente ser capaces de prevenir.