El gobierno de Estados Unidos, a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), ha dado marcha atrás en su intento de cancelar el estatus migratorio de miles de estudiantes internacionales. La medida, que fue implementada durante la administración de Donald Trump, afectaba a cerca de 4,700 estudiantes y generó fuertes reacciones en todo el país.
La decisión inicial había sembrado incertidumbre en universidades de renombre como Tufts, Dartmouth y Columbia, instituciones que se vieron directamente afectadas por la política. Ante la amenaza de perder estudiantes internacionales, diversas universidades, estudiantes y organizaciones de derechos civiles se unieron en una serie de demandas legales.
La reversión de esta política se produjo después de una creciente presión y una ola de protestas legales, lo que pone de manifiesto las tensiones entre las políticas migratorias y la comunidad educativa en Estados Unidos.
El gobierno de Donald Trump, a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ha dado marcha atrás en su política de revocar el estatus migratorio de estudiantes extranjeros. Esto se produjo tras una serie de demandas lideradas por estudiantes como Xiaotian Liu, de la Universidad de Dartmouth, y organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes.