La primera fumata fue negra y mantiene la expectativa mundial sobre quién sucederá al papa Francisco.
El cónclave continúa este jueves con nuevas votaciones. Una fumata negra, acompañada de murmullos y gaviotas sobre la capilla Sixtina, confirmó que aún no hay consenso para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido en abril.
El humo comenzó a salir pasadas las 21:00 horas locales (19:00 GMT), más de tres horas después de cerrarse las puertas del cónclave con el tradicional “Extra Omnes”.
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Durante la tarde, los 133 cardenales con derecho a voto participaron en la primera ronda electoral, que no alcanzó los 89 votos necesarios para declarar al nuevo pontífice.
Antes de iniciarse la votación, los purpurados juraron ante los Evangelios guardar absoluto secreto sobre el proceso y todo lo relacionado con la elección papal.
Este jueves, desde las 9:00 horas, se reanudarán las votaciones con dos rondas por la mañana y otras dos en la tarde, según el protocolo previsto por el Vaticano.
De no lograrse un acuerdo temprano, se esperan fumatas hacia el mediodía y al anochecer; si hubiera una antes, implicaría que ya hay nuevo pontífice electo.
Unas 30 000 personas se congregaron en la plaza de San Pedro, entre fieles, turistas y prensa internacional, atentos a cada señal que salía desde la capilla.
La imagen de una gaviota posada sobre la chimenea se convirtió en símbolo de la vigilia, en una jornada marcada por la incertidumbre, la oración y la expectativa global.