Estas inversiones han llevado a OpenAI a buscar una reestructuración corporativa y a explorar opciones para una futura salida a bolsa, lo que ha generado tensiones en las negociaciones con Microsoft.
El futuro de OpenAI y su asociación con Microsoft siguen siendo inciertos, pero ambas partes parecen comprometidas a llegar a un acuerdo que satisfaga sus intereses. Con tanto en juego, estas negociaciones de alto riesgo podrían definir el rumbo de la inteligencia artificial y la industria tecnológica en los próximos años.
En marzo, OpenAI recaudó US$ 40.000 millones en una ronda liderada por SoftBank. Como parte de los acuerdos con los inversores, se establecen disposiciones en los contratos que permiten la recuperación del capital comprometido si OpenAI no se convierte en una PBC. A pesar de posibles retrasos en la reestructuración, los ejecutivos confían en que los inversores mantendrán su compromiso.
La necesidad de convertirse en una entidad con fines de lucro convencional refleja los requisitos para recaudar una cantidad tan grande de dinero. Se considera que recaudar US$ 40 mil millones bajo una estructura de ganancias limitada no es viable. A pesar de un posible acuerdo con Microsoft, OpenAI enfrenta críticas por priorizar las ganancias sobre su propósito, lo que ha llevado a disputas legales con Elon Musk.
Exempleados y críticos han expresado preocupación de que la misión de OpenAI esté en riesgo al tratar de maximizar las ganancias. La propuesta de convertir la división comercial en una PBC ha generado controversia. Se espera que las autoridades de California y Delaware revisen el plan para garantizar su cumplimiento con la ley y la misión caritativa de OpenAI.
El fracaso en convertir la división comercial en una PBC podría impactar negativamente la capacidad de OpenAI para captar capital, salir a bolsa y competir con grandes empresas tecnológicas. La presión de los inversores, como Microsoft, para obtener beneficios del crecimiento de OpenAI ha generado incertidumbre sobre el futuro de la organización.
Expertos legales y del sector señalan que OpenAI se encuentra en una posición delicada al intentar equilibrar su misión con las demandas de los inversores. La necesidad de mantener a los inversores satisfechos para asegurar el flujo de capital es un desafío constante para empresas con objetivos claros y financieros.