El Barcelona se impuso en el derby catalán gracias a los goles de Lamine Yamal y Fermín López. El Blaugrana sumó su título número 28 en la historia del campeonato ibérico.
Luego del agónico triunfo del Real Madrid frente al Mallorca, el Barcelona afrontó el derby catalán con la ilusión de conquistar La Liga. El Blaugrana se presentó en el Estadio de Cornellá con la esperanza de sumar una nueva victoria frente al Espanyol. Para cerrar su temporada con la gloria doméstica, a falta de dos compromisos para el cierre del campeonato.
El Barcelona llegó a la zona defendida por Joan García a través de los remates de media distancia de Pedri, la creación de Dani Olmo y las triangulaciones propuestas por Lamine Yamal, Raphinha y Robert Lewandowski, pero al máximo candidato al título le faltaba profundidad. Y los intérpretes se fueron al descanso con el marcador en blanco.
Cuando se reanudó el espectáculo, Lamine Yamal recibió con marca, capitalizó un movimiento de Pedri para distraer a la defensa adversa y la colgó de un ángulo para sellar el 1 a 0. Un golazo propio de una consagración. Todo lo que había perdonado el Espanyol en la etapa inicial, lo sufrió cuando los protagonistas regresaron del vestuario.
La impotencia local se vio reflejada cuando Leandro Cabrera le impactó un codazo a la zona abdominal al virtuoso atacante español que abrió el clásico. Si bien en primera instancia el árbitro Cesar Soto Grado ignoró la agresión del uruguayo. El llamado del VAR fue determinante para que el colegiado le mostrara la cartulina colorada al defensor con pasado en el Zaragoza.
En el quinto minuto adicional, Lamine Yamal volvió a desplegar su magia. Con una asistencia de billar para abastecer a Fermín López, quien de primera resolvió la consagración con un disparo cruzado que completó el 2 a 0. El Barcelona se consolidó como uno de los mejores equipos de la temporada. Como ocurrió en la Copa del Rey, el Blaugrana celebró la conquista en La Liga y se adjudicó el título número 28 en la historia del campeonato ibérico.