El nuevo gabinete es más de lo mismo. La presidenta no ha entendido el mensaje de cambio que se pedía. En lugar de renovar completamente su equipo, ha presentado prácticamente el mismo gabinete con algunos cambios insignificantes. Se critica especialmente la decisión de trasladar al ministro Arana, quien ha fracasado en su gestión en el sector de Justicia. Se reclamaba una reforma penitenciaria que no se ha llevado a cabo, y las cárceles siguen siendo controladas por el crimen organizado.
No se conoce mucho sobre el nuevo premier Eduardo Arana y el ministro de Justicia Juan Alcántara, lo cual genera dudas sobre su capacidad y experiencia para ocupar dichos cargos. Se cuestiona si la presidenta y el ministro Arana tienen una visión clara para el país.
La falta de transparencia y la falta de peso propio en el gobierno son aspectos preocupantes. La presidenta parece rodearse de ministros leales pero poco competentes, en lugar de mantener a aquellos que generaban confianza en el sector privado. La presidenta también ha mantenido un perfil bajo y se ha distanciado de la prensa, lo cual va en contra de los principios básicos de la democracia.
Los ministros tienen la responsabilidad de ejercer un control interno en el Ejecutivo, y su complicidad con los actos ilegales del presidente los convierte en cómplices. La presidenta ha demostrado ser mentirosa y los ministros no han ejercido su deber de controlar sus acciones.
En resumen, la presidenta ha instalado un gobierno mediocre y corrupto, basado en la supervivencia y los intereses personales. Su falta de capacidad para gobernar y elegir un equipo competente ha llevado a una situación de desgobierno y falta de confianza en el país.
La evolución de la presidenta Boluarte desde sus inicios en el poder hasta la actualidad ha sido preocupante. Ha perdido su sensibilidad social y se ha vuelto autoritaria, rodeándose de personas leales pero poco competentes. Su falta de preparación y experiencia la hacen incapaz de liderar un gobierno efectivo y transparente.
Se espera que la presidenta Boluarte tome medidas para formar un gabinete de transición competente y capaz de llevar al país a elecciones limpias y transparentes, generando confianza y crecimiento económico, y combatiendo la inseguridad ciudadana.