En rigor, he criticado duramente a Velarde por su manejo del FEF, dejándolo con solo un millón de dólares en plena pandemia. Además, ha defendido el oligopolio bancario y ha mostrado desconocimiento en temas como minería y finanzas. Su enfoque obsoleto en tipo de cambio e inflación no es suficiente para impulsar la economía, como demuestran nuestros competidores como Chile y Brasil. Es por eso que el bitcoin y el oro se han convertido en refugios seguros.
Velarde ha utilizado reservas internacionales para anclar el dólar y proteger bonos corporativos, pero la tendencia alcista del oro indica que los inversores buscan alternativas más seguras. Grandes bancos como UBS y Goldman Sachs han revisado al alza sus pronósticos para el oro, destacando la creciente demanda y los riesgos macroeconómicos que impulsarán su ascenso en los próximos años.
En resumen, Velarde ha fallado en comprender las tendencias económicas globales y ha apostado todo a anclar el dólar, mientras que el oro se posiciona como un activo más atractivo. Es hora de reconocer los errores y buscar soluciones más acertadas para impulsar la economía peruana. A veces, la verdad tarda en salir a la luz, pero siempre lo hace.