En el Miss Perú 2020, la corona acarició sus sueños al quedar como primera finalista, deteniéndose a un suspiro, a un instante de gloria. Para muchos, esa cercanía podría haber significado el final de un camino, pero para Maricielo Gamarra, fue el inicio de una misión aún más grande. Lejos de la desilusión, esa experiencia la impulso a dictar tallares de empoderamiento y liderazgo a niñas, niños y adolescentes en incógnitos lugares del Perú.
Ahora, con la mirada firme y el corazón rebosante de propósito, Maricielo Gamarra regresa como retadora al Miss Perú 2025. No solo busca una corona, sino la oportunidad de llevar la voz y el espíritu resiliente del Perú al escenario internacional. Su presencia es una promesa de que los sueños postergados, cuando se alimentan con pasión y compromiso, florecen con una fuerza imparable.
Nació en Tarapoto. A los 12, ganó su primera corona. fue Miss Quinceañera, Miss Tarapoto y Miss Cachimbo. Primera finalista del Miss Perú 2020, Miss Grand Perú 2020 y ahora Reina Hispanoamericana 2023-24. Nació para ser reina de belleza.
“Creo firmemente que los sueños genuinos nunca se desvanecen. Si una persona anhela una meta con todo su corazón, ese anhelo perdura. Regreso a competir porque ese sueño de llevar la banda de Miss Perú al Miss Universo sigue vivo y más fuerte que nunca. Ya he tenido el honor de representar a mi país internacionalmente, pero llevar esa banda es el desafío más grande y significativo que me he propuesto”, menciona Gamarra en exclusiva para Perú21.
Sin duda, eres considerada una de las candidatas más fuertes, con una trayectoria impresionante que incluye el Reina Hispanoamericana.
La experiencia es una maestra invaluable. Esa presencia escénica y el desenvolvimiento que se adquieren con el tiempo son herramientas poderosas. No se trata de sentirme superior a nadie, porque yo también he estado en el lugar de las nuevas candidatas y comparto este camino con otras retadoras. Mi enfoque está en demostrar esas habilidades que he fortalecido a lo largo de los años para ofrecer lo mejor de mí ante las cámaras, el público y todos los peruanos que anhelan ver a una Miss preparada y enfocada. La disciplina, la responsabilidad y la preparación exhaustiva son mis pilares, y la entrega total de una reina siempre hablará por sí sola.
¿Qué significaría para ti llevar el nombre de nuestro país?
Se me eriza la piel solo de pensarlo. Es un reto trascendental en mi vida, parte de esa línea de sueños que todos construimos. Representar a tu país y escuchar el fervor de la gente coreando tu nombre, tanto en persona como a través de las redes sociales, es un apoyo impresionante. Me siento mucho más comprometida, preparada y entregada para dar absolutamente todo en la final del Miss Perú este 15 de junio.
Foto: Javier Zapata.
Y este año, la final será en Cusco. ¿Qué significa para ti que se haya elegido esta ciudad como sede?
Después de tantos años, el Miss Perú regresa a Cusco, una ciudad con la que tengo una conexión profunda. Como promotora del turismo, la cultura y la educación de mi país, no puedo imaginar un escenario más inspirador. La primera vez que pisé Machu Picchu sentí una energía indescriptible. ¿Cómo podemos promocionar nuestro Perú si no lo sentimos en lo más profundo de nuestro ser? Estoy segura de que todas las candidatas podremos exportar aún más la riqueza de nuestra cultura, nuestra diversidad, nuestra magia y nuestra gastronomía desde este lugar tan especial.
La final está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo va esa preparación que sabemos que exige un certamen de esta categoría?
La preparación es un proceso continuo, pero al asumir este nuevo reto, se intensificó aún más. El deporte siempre ha sido parte de mi vida, pero ahora lo combino con una disciplina rigurosa que incluye dieta, nutricionista, gimnasio, clases de oratoria, pasarela y hasta automaquillaje. Cada detalle cuenta para proyectar la mejor versión de mí misma. Pero más allá de lo físico, la preparación mental es crucial. La paz y la tranquilidad interior son fundamentales para llegar fuerte. He aprendido que la constancia y la claridad de mis objetivos me impulsan a trabajar en pequeñas cosas cada día para alcanzar lo grande.
Más allá de la belleza física, ¿qué otros valores consideras esenciales para ser una Miss Perú?
Para mí, la entrega total y la humildad son pilares fundamentales en una reina. Creo que cuanto más lejos llegues, más humilde debes ser. Mantener los pies en la tierra y ser amable con todos es esencial. Esos son los valores que realmente definen a una reina.
¿Qué es lo que más te enorgullece de ser peruana?
Muchísimas cosas. Pero si tengo que destacar algo, es venir de Tarapoto. Es el lugar que me vio crecer, la tierra a la que mi corazón siempre regresa. Y ese es precisamente el mensaje que quiero transmitir: que nuestro origen no nos define, sino que nos empodera. Que nuestras raíces sean la fortaleza que impulse nuestra historia y nuestros sueños, sin importar de dónde vengamos.
¿Cómo visualizas tu rol si tuvieras la oportunidad de ganar el Miss Perú?
Mi propósito ya está en marcha a nivel nacional. A través de workshops de modelaje, oratoria y fotopose, he tenido la oportunidad de conocer diferentes realidades en todo el Perú como promotora de turismo. He constatado que la confianza en los niños y adolescentes marca una diferencia fundamental. Si bien nuestro país necesita apoyo en educación y salud, también he visto que muchos jóvenes necesitan esa chispa de seguridad, esa convicción de que pueden soñar y alcanzar sus metas. Mi proyecto busca precisamente eso: fortalecer su confianza y liderazgo desde sus propias raíces para que sepan hacia dónde van.
Precisamente hablando de inspirar a las jóvenes que sueñan con participar en el Miss Perú, ¿qué les recomendarías?
Les diría que comiencen trabajando en sí mismas, desde donde estén. Que no se enfoquen en lo que les falta, sino en el poder inmenso de su mente. Cuando uno cree en algo y lo repite hasta convertirlo en hábito, termina por creérselo. La automotivación es una fuerza poderosa. Si una niña realmente tiene ese sueño, como lo tuve yo desde los 12 años, debe creer en su talento, porque el talento no tiene coordenadas geográficas. Siempre estaremos expectantes a lo que cada una de ellas puede lograr.
¿Y qué les dirías a aquellas personas que ven los certámenes de belleza como algo superficial?
Les diría que a veces nos encasillamos en estereotipos y en la idea de medidas perfectas, pensando que se trata solo de belleza física. Pero en los últimos años, estos certámenes han evolucionado enormemente. Ya no se trata solo del físico, sino de llevar un mensaje de poder. Las reinas debemos ser inspiración y guía, y una verdadera reina actúa. Yo soy una reina que ya ha estado actuando, trabajando con niñas y adolescentes, sumándome a organizaciones sin fines de lucro para transformar nuestra sociedad. No queremos que nos vean como figuras sobre un escenario hablando desde arriba, sino que hablamos desde adentro, conectando con nuestras historias y luchando por nuestros sueños. Este es mi más grande sueño, y anhelo alcanzarlo.
Estás viviendo por segunda vez el Miss Perú…
Estoy profundamente agradecida con Jessica Newton y toda la organización del Miss Perú por darme esta nueva oportunidad, algo que no se ve en todos los países. Perú es uno de los pocos donde se valora la experiencia de las retadoras. Estoy más que feliz.
Y precisamente, Tatiana Calmell, nuestra actual Miss Perú, también viene de esta edición de retadoras el año pasado
Así es, y eso me llena de esperanza. Creo que cada persona tiene su tiempo, y los tiempos de Dios son perfectos. Siento que este es mi momento. Cuando quedé primera finalista en el 2020, en ese instante lo sentí como una derrota. Pero después entendí que necesitaba vivir ciertas experiencias, superar obstáculos, prepararme integralmente, calmar mi mente y madurar para llegar a este punto donde siento que estoy lista para darlo todo. Voy con la firme convicción de retar esa corona.
La presión aumenta a medida que se acerca la fecha. ¿Cómo estás manejando tu salud mental en este momento crucial?
Lo más importante es que, a pesar de las pocas horas de sueño a veces, me levanto feliz y me duermo tranquila. Tengo un motor, un propósito claro, como bien dijiste. He trabajado en no sobrepensar en el futuro y enfocarme en vivir plenamente el presente. Entendí que la ansiedad surge de preocuparse por lo que aún no llega. Ahora me ocupo de mi hoy y eso me da paz.
¿Y qué podemos esperar de Maricielo Gamarra en esta onceava edición de la era Newton del Miss Perú?
Pueden esperar una Maricielo reluciente, con mucha más preparación, súper entregada, feliz de vivir cada paso de este momento. Y espero de corazón que ustedes también me acompañen a vivirlo.
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