El New York Times, acaba de informar a todo el planeta, que Perú está sometido a una ola de extorsiones, asesinatos, imposiciones de pandillas callejeras y otras perlas delictivas, sin precedentes en la historia del país.
Asimismo, el mundo no sale de su asombro que un precandidato presidencial colombiano se debata entre la vida y la muerte; producto de dos (2) disparos en la cabeza, practicado por un sicario de catorce (14) años, que después de ser reducido, declaró que lo hizo «por dinero, para su familia». Estas noticias sacuden, estremecen y son escalofriantes a la región; particularmente, a nuestro país. Indudablemente, el panorama nacional es sombrío, desesperanzador y angustiante, para todos los ciudadanos, sin discriminación alguna.
Hoy en día, con sinceridad, el país, no tiene esperanza en el gobierno nacional, ni en el Congreso de la República, tampoco en los gobiernos subnacionales. Nuestras ilusiones están puestas en las futuras gestiones que emanarán de las próximas elecciones convocadas y las que se convoquen.
Pero, si estos comicios electorales se realizarán con zozobra, miedo, intimidación, atentados contra la vida y la integridad física y psicológica; y sin el libre tránsito por todo el territorio patrio por los candidatos y los electores, estas elecciones generales 2026 y posteriormente las elecciones regionales y municipales por adelantadas, nacerán muertas, nulas o viciadas.
No se puede pretender ostentar autoridades legítimas y democráticas, si en la práctica el proceso electoral no sea libre, espontáneo, en paz, con tranquilidad y con todas las garantías de elecciones libres y justas que la comunidad internacional exige para su validación.
En este entendido, conminamos a que las más altas autoridades del Perú, estén concentradas plenamente en cautelar, proteger y avalar que los candidatos y el electorado participen de una genuina fiesta cívica y democrática, en donde los aspirantes y la ciudadanía se vean retroalimentados de las necesidades que anhela la población; y, esta última, haya tenido la oportunidad de conocer directa y personalmente de las variadas propuestas de los candidatos.
Los integrantes del sistema electoral, el Ejecutivo, la fiscalía, la defensoría del pueblo; además, del parlamento y los gobiernos regionales y locales, deben ser los garantes que este clima electoral sea sano, de quietud, equitativo, transparente y pacífico, no sea perturbado por causa alguna.
Serán inaceptables permisos para vacaciones, por seudos estrés, tours turísticoss, por cosmetología y otras frivolidades, como lo viene practicando la Presidenta Dina Boluarte, dándole prioridad a su agenda internacional; con mayor razón cuando el país está azotado por la delincuencia y el proceso electoral, ya ha sido publicado. No se admiten excusas, ni disculpas huecas o perdones ante hechos consumados y alertados a tiempo.
Estamos todos conscientes, como subsistimos y que podría ocurrir, sino ponemos coto a esta pesadilla. ¡Adelante!
(*) Expresidente constitucional de la República del Perú
