Luca de Meo renunciará como director ejecutivo de Renault, ya que Kering contratará al italiano de 58 años para encabezar un cambio del grupo de lujo francés en dificultades, según personas informadas sobre el plan.
El nombramiento marca una fuerte ruptura con la práctica establecida en Kering, propietario de las marcas Gucci y Saint Laurent, que ha sido dirigida por un miembro de la familia controladora Pinault durante dos generaciones.
El bajo rendimiento de la compañía en los últimos años ha planteado preguntas sobre su gestión y estrategia.
El director ejecutivo saliente de Kering, François-Henri Pinault, de 63 años, también es el presidente de la compañía y ha decidido dividir los roles, dijeron las personas con conocimiento de la situación.
No estaba claro si Pinault seguiría siendo presidente. Kering se negó a comentar.
La salida planificada de De Meo de Renault para liderar a Kering fue reportada por primera vez por el periódico francés Le Figaro.
Las acciones de Kering han perdido alrededor del 70% de su valor en los últimos tres años, lo que ha resultado en una capitalización de mercado de 21 mil millones de euros, ya que un cambio en Gucci, la mayor fuente de ingresos y ganancias de la compañía, no se materializó.
Una serie de adquisiciones costosas y acuerdos inmobiliarios de Kering también desconcertó a los inversores, al igual que el nombramiento este año del controvertido ex diseñador de Balenciaga Demna como director creativo de Gucci.
En un comunicado el domingo, Renault dijo que de Meo “perseguirá nuevos desafíos fuera del sector automotriz”, pero permanecerá en su lugar en la compañia hasta el 15 de julio.
No se pudo contactar con De Meo de inmediato para hacer comentarios.
Desde que se convirtió en director ejecutivo de Renault en 2020, de Meo ha fortalecido significativamente la cartera de productos y la estructura de costos del fabricante de automóviles francés, transformándolo en una de las empresas con mejor rendimiento del sector a pesar de su tamaño limitado.
Su huella geográfica centrada en Europa también la ha dejado relativamente ilesa por los amplios aranceles del presidente estadounidense Donald Trump, así como por el aumento de la competencia de China, en comparación con rivales más grandes como Stellantis y Volkswagen.
La industria del automóvil ha sido testigo de una serie de cambios de liderazgo durante el último año, con Stellantis, Nissan y Volvo Cars nombrando nuevos directores ejecutivos mientras el sector lucha con la transición a los coches eléctricos y el auge de los rivales chinos.