El Auckland City de Nueva Zelanda vive una experiencia única y desafiante en el Mundial de Clubes Estados Unidos 2025. Formado por jugadores que combinan su pasión por el fútbol con oficios cotidianos como profesores, operarios o vendedores, el equipo debutó con una dura derrota por 10-0 frente al Bayern Múnich, en lo que fue uno de los resultados más abultados del inicio del certamen.
La escuadra oceánica compite en el llamado “grupo de la muerte”, junto al Benfica de Portugal y Boca Juniors de Argentina. A pesar de las adversidades, sus futbolistas muestran un compromiso admirble. Muchos de ellos han tenido que pedir vacaciones en sus trabajos o incluso licencias sin sueldo para poder representar al club en esta competencia internacional.
Paul Posa, técnico interino del equipo por la ausencia de Albert Riera, reveló al medio británico The Sun que ninguno de los jugadores cobra un salario por jugar. La normativa en Nueva Zelanda limita a apenas 150 dólares neozelandeses semanales los fondos disponibles para cubrir gastos como transporte o gimnasio. “Todos los jugadores tienen otros trabajos además de sus compromisos futbolísticos”, y añadió: “Tienen una dedicación extraordinaria al fútbol fuera de sus horas de trabajo”, indicó el DT, destacando el sacrificio diario que realizan.
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