Nuevamente la verdad de Perogrullo, en el sentido de que hay innumerables barreras burocráticas en nuestra patria que atentan contra la inversión generadora de empleo y bienestar, que hay excesivas e innecesarias regulaciones y encima que la tramitología oficial es tóxica e insoportable.
Palabras más o palabras menos, es lo que entre otras cosas afirmó el nuevo Presidente del Consejo de Ministros al exponer su plan de trabajo ante el Congreso de la República al solicitar el voto de confianza al Gabinete.
No es la primera vez que desde el Poder Ejecutivo nos mecen a la ciudadanía con frases que suenan a músicas de los dioses, pero que el tiempo ha evidenciado que son como la famosa canción: “Palabras tan solo palabras”.
Desde otros gobiernos y gabinetes, se ha ordenado hacer el inventario de inútiles formalismos, trámites, procedimientos y requisitos, en el supuesto ánimo de dejar sin efecto todo lo innecesario y repetitivo. Inclusive varias veces se ha solicitado a los administrados y a los organismos gremiales que los representen, se informe a los respectivos ministerios, a la Presidencia del Consejo de Ministros como también especialmente al Ministerio de Economía y Finanzas sobre todo ello, para evaluar y dictar las normas para que las expectoren de las regulaciones legales.
Ojalá el dicho en el Congreso del actual Jefe del Gabinete no sea una más de las mecidas a que nos tienen acostumbrados y que por fin se haga lo debido.
Si queremos tener inversión pues hay que facilitarla. Los agentes económicos, sean nacionales como extranjeros, invierten en los países en que son bien tratados, se garantizan sus inversiones, se les otorga las facilidades necesarias para sus emprendimientos y por supuesto, no se les agobia con trámites, requisitos y demás monsergas estériles e inadecuadas.
Hay cosas que son tan sencillas de solucionar, que ojalá el actual Presidente del Consejo de Ministros lo logre, pese a que no hablamos de un nuevo Gabinete sino del anterior levemente parchado.
Le damos un ejemplo facilísimo de solucionar con la simple expedición de un Decreto Supremo que deje sin efecto el artículo 67.4 del Decreto Supremo N° 002-2021-IN, el que establece que las personas extranjeras con la calidad migratoria temporal, deben solicitar una autorización para poder suscribir documentos con carácter comercial o financiero, sean públicos o privados.
Es decir, a quien viene con todos los ánimos de invertir y hacer negocios en nuestra patria, se le pone de arranque un trámite innecesario en la Superintendencia de Migraciones, que está atiborrada con la expedición de pasaportes, que no está al día en sus labores y encima tiene que expedir absurdos permisos, que son innecesarios y discriminadores.
Al inversionista pues “puente de plata” y no trámites inauditos, que quitan tiempo, pero lo peor es que también quitan las ganas de hacer inversiones y negocios en el Perú.
Bueno pues Premier, ¡coja el reto!