En un emotivo acto de fe y memoria, los restos del padre Juan McKniff, misionero pasionista agustino que dedicó su vida al servicio de los más necesitados en el norte del Perú, llegarán a Chulucanas —desde Estados Unidos—, donde serán recibidos con honores por la comunidad que tanto lo recuerda. Este acontecimiento se realizará en el contexto de su declaración de “venerable” por parte de la Iglesia católica, un reconocimiento a su vida ejemplar y su legajo espiritual.
Perú21 ofrecerá una cobertura especial de este histórico momento. Nuestro equipo periodístico se ha desplazado a la región para recoger los testimonios de quienes conocieron al padre McKniff y mostrar el fervor con el que la comunidad celebra este paso en el camino hacia su beatifiación.
Este homenaje no sería posible sin el respaldo de instituciones comprometidas con la fe y el desarrollo de la región. Caja Piura se suma a esta conmemoración como entidad financiera que apoya las expresiones de fe y cultura en Piura y Chulucanas, reafirmando su compromiso con los valores que une a las comunidades.
McKniff llegó a Chulucanas en 1988, cuando tenía 85 años. El agustino Fidel Alvarado, muy emocionado, recuerda que el papa León XIV y el padre McKniff fueron misioneros en Chulucanas.
“Juan McKniff estuvo el año 1988 con el padre Robert Prevost, con el santo padre ahora. Robert, ciertamente, llegó en 1985, pero en 1986, casi a finales del año, regresa a los Estados Unidos. Pero en 1988 otra vez viene a Perú”, relata el párroco de Morropón, amigo del papa.
Foto: Javier Zapata
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