El rally que llevó al Nasdaq a un nivel récord en la sesión de ayer se modera. Mientras, el mercado sigue atento a los anuncios que lleguen desde la reunión de la OTAN en La Haya y la segunda sesión de Jerome Powell en el Congreso.
Mark Rutte, secretario general de la OTAN, se deshace en halagos hacia Donald Trump. Ambos están en La Haya, donde se espera que Trump obtenga —en palabras de Rutte— lo que ningún otro Presidente de EEUU ha logrado: que los miembros de la alianza se comprometan a un aumento del gasto en defensa a 5% de su PIB.
El impacto se traduce en un avance de entre 1,2% y 1,7% en las acciones de las empresas europeas de defensa, con la alemana Rheinmetall a la cabeza. Pero fuera del sector, la sesión es más bien plana. Las alzas de la apertura europea pierden fuerz, el Stoxx600 opera casi plano y los futuros de Wall Street operan mixtos. El dólar defiende un repunte.
Vemos en general señales de moderación respecto a las reacciones del mercado ayer. Por ejemplo, el petróleo retoma las alzas (+1,5%), después de las caídas sufridas una vez que se anunció el cese al fuego entre Israel e Irán. Mientras, los futuros de Wall Street operan planos, poniendo en peligro que el S&P500 vuelva a su último nivel récord (6.144 puntos) en la apertura.
Además de señales de estabilización en Medio Oriente, el mercado reaccionó con —quizás excesivo— optimismo a las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante una comisión de la Cámara de Representantes.
Cuestionado por un posible recorte de tasas en la reunión de julio, Powell respondió: “Si las presiones inflacionistas se mantienen contenidas, entonces llegaremos a un punto en el que recortaremos las tasas más pronto que tarde”. Su declaración se leyó como un relajamiento en la postura restrictiva de la Fed. Esto llevó a una caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que se extiende al inicio de la sesión de hoy. La tasa de los bonos a 10 años transa en 4,288%, su menor nivel desde inicios de mayo pasado.
El mercado prefirió ignorar la segunda parte de la respuesta de Powell: “Pero no me gustaría apuntar a una reunión en particular. No creo que debamos tener ninguna prisa, porque la economía sigue fuerte”. El presidente de la Fed insistió en su postura de esperar al impacto que el alza de aranceles tendrá en la economía.
Wall Street podrá escuchar nuevamente a Powell hoy, en su audiencia ante una comisión del Senado. Además, se espera que el índice de ventas de viviendas nuevas muestre una desaceleración del mercado inmobiliario.
En Europa, la atención está concentrada en la reunión de la OTAN. Previo a su llegada a La Haya, Trump había puesto en duda su compromiso con el Artículo 5 de la Alianza, que plantea la defensa mutua ante ataques externos. Pero los halagos de Rutte y la aparente victoria en el ataque a Irán hacen que Trump relaje su postura. En una rueda de prensa esta mañana, Trump halagó a los líderes europeos, reiteró su compromiso con la OTAN, rechazó los cuestionamientos a la efectividad del ataque a Irán y dijo esperar avances pronto en Gaza y Ucrania. Una reunión entre Trump y Zelensky está en agenda para hoy.
Pero los inversionistas no deberían olvidar que la amenaza arancelaria sigue en pie. No hay señales de que La Haya sirva de escenario, además, para un acuerdo comercial con la UE. Faltan 14 días para que venza la tregua establecida por Trump, y aún no hay claridad de si habrá un alza inmediata de aranceles o una extensión de la pausa.