Con todas las ganas de que se conozca al candidato de la izquierda para definir la estrategia a seguir en esta etapa de la campaña, el presidente de la UDI, diputado Guillermo Ramírez, defiende la propuesta de su partido de eliminar el pago de las contribuciones por la primera vivienda y se hace cargo del rechazo expresado por gran parte de su sector cuando, en el segundo proceso constitucional, el Partido Republicano propuso esta medida.
Pero, en esta conversación con Diario Financiero, también se refiere al futuro de la reforma de pensiones en un eventual gobierno de Evelyn Matthei, a una reforma tributaria que baje al 18% el impuesto a las grandes empresas y, ojo, señala que el que las pymes “dan más empleo es un mito bien instalado, pero no importa, no vamos a discutir de eso ahora”. Además, aborda la carrera presidencial pasando por la primaria oficialista.
“Queremos que para la primera vivienda, en la que uno vive, no pague contribuciones, porque en la práctica terminas siendo arrendatario toda tu vida”.
-Harto impacto causó su anuncio sobre eliminar el pago de contribuciones de la primera vivienda, ¿podría detallar un poco más cómo sería eso?
-Sí, mira, este debate ha sido largo. Es un tema que se ha tocado muchísimas veces en los últimos 20 años y ha ido mutando. Hace 20 años la UDI empujaba mucho la idea de que se terminara con las contribuciones para los adultos mayores. Luego, llegamos al segundo proceso constitucional, en que la propuesta era, básicamente, prohibir el impuesto territorial. Esa propuesta recibió apoyo transversal, pero efectivamente era una convención dominada por el Partido Republicano.
-Perdón, pero esa propuesta la votó en contra prácticamente todo Chile Vamos…
-Sí, pero hubo algunos votos a favor, es importante decir las cosas tal cual fueron. Y hoy día ha mutado un poquito nuestra posición inicial, que era que fuera sólo para adultos mayores, a la primera vivienda. Porque hemos detectado que existe una cantidad brutal de personas que tiene grandes dificultades para pagar las contribuciones, que no son adultos mayores. Acá hay varios temas que uno no puede soslayar, como los impuestos territoriales, que por definición son muy dañinos para la clase media…
“Queremos que para la primera vivienda, en la que uno vive, no pague contribuciones, porque en la práctica terminas siendo arrendatario toda tu vida”
-¿Por qué especialmente para la clase media?
-Porque las contribuciones se terminan transformando en una barrera para que familias de clase media puedan acceder a una mejor calidad de vida. Porque si las contribuciones son altas sólo las pueden pagar quienes tienen ingresos altos. Entonces, al final, es como ponerle un techo en materia de vivienda, si tú quieres, o de los lugares donde pueden vivir ciertas personas. Y además tenemos una mala práctica en Chile.
-¿Cuál?
-En Chile cualquier cambio tributario, por ejemplo, es materia de ley. Pero en las contribuciones, la base, que es el avalúo fiscal, no se hace por ley. La verdad es que la forma en cómo el Servicio de Impuestos Internos hace ese avalúo es muy oscura. No hay o no se conocen criterios que sean objetivos. La forma o las posibilidades de reclamar son muy limitadas y son de escasísimo éxito. Además, el impuesto territorial no considera la deuda hipotecaria, ni los ingresos que te cobran por plata que ya pagó impuestos. Por donde se le mire, este es un impuesto muy cuestionable y nosotros creemos que lo más transparente es cambiar el sistema de evaluación de las propiedades. Y por supuesto, queremos que para la primera vivienda, en la que uno vive, no pague contribuciones, porque en la práctica terminas siendo arrendatario toda tu vida.
-¿Es posible que exista una fórmula para conocer cómo se avalúan los inmuebles?
-Acá lo más relevante son dos cosas: primero, tiene que existir un criterio objetivo, que no necesariamente todos van a compartir. Para algunos la única forma justa de cobrar el impuesto es por el metro cuadrado del terreno. Esa es mi postura. Otros, quieren avaluar la propiedad completa, puede que ahí no haya acuerdo, pero lo que no puede pasar es que no haya criterio. Segundo, que sea perfectamente conocido por todos los chilenos. Porque, al final, cuando no hay un criterio objetivo conocido por todos, el contribuyente queda en la indefensión más absoluta y eso es una vulneración a sus derechos.
-Esta propuesta la hizo el Partido Republicano en el contexto del segundo proceso constitucional, la rechazó gran parte de Chile Vamos. ¿Es viable que Matthei lo incluya en su programa, si ella misma se oponía?
-La explicación es muy sencilla porque son dos cosas distintas. En un caso había una norma constitucional que prohibía los impuestos territoriales, eso significaba que de golpe el impuesto dejaba de aplicarse, lo que generaba una desfinanciamiento de las municipalidades muy brutal, sin posibilidades de buscar compensación. Lo que nosotros estamos proponiendo es distinto, que no se deben pagar impuestos para la primera vivienda.
-¿Cuánta acogida tiene esto en su comando?
-Esto ha sido conversado con el comando en la forma como te lo estoy planteando: el hecho de que sea una eliminación para la primera vivienda, no para la segunda, no para los sitios eriazos, no para los inmuebles comerciales. En fin, lo hemos conversado y hay acuerdo. Ahora, es evidente, Claudia, que un gobierno responsable -y el nuestro va a ser un gobierno responsable- se pone como norte que no se pague impuestos por la primera vivienda, pero ¿qué significa esto en términos de ingresos para las municipalidades? Alrededor del 6%. Cómo compensamos es la primera pregunta. Hay ideas sobre la mesa, quizás que no haya tramos exentos para la segunda o tercera viviendas. Entonces, probablemente, lo que va a terminar ocurriendo en el gobierno de Evelyn Matthei es que esto se va a aprobar, pero va a tener una implementación gradual.
“Las reformas que se hicieron durante los ‘80, dieron solidez institucional al país y se mantuvieron durante los gobiernos de la Concertación justamente porque estaban bien hechas”
-A propósito de responsabilidad, Matthei ya habló sobre una reforma tributaria “para crecer, no para castigar”, en ese contexto, ¿qué tan importante es la rebaja del impuesto de primera categoría, a un 18%, eso también debería hacerse gradualmente?
-Bueno, el impuesto de primera categoría en Chile es altísimo, si se compara con otros países de la OCDE. Y lo que nosotros queremos es ponernos en un plano que sea competitivo, donde empresas extranjeras tengan ganas de venir a instalarse a Chile. Tenemos que bajar urgentemente este impuesto, porque está frenando la inversión y si se frena la inversión se frena el crecimiento. Entonces, si a través de la rebaja del impuesto de primera categoría se genera más crecimiento, en el corto plazo se compensa y en el largo plazo se supera con mucho la recaudación, que con el impuesto más alto.
-Pero hace de abogado del diablo… esa rebaja beneficia a las grandes empresas, pero los entendidos dicen que en Chile casi el 90%, tal vez más, son pymes y no grandes empresas, y que además dan más trabajo que las grandes.
-Lo de que dan más empleo es un mito bien instalado, pero no importa, no vamos a discutir de eso ahora. Pero, al final son las mismas personas, porque yo quiero que la mayor cantidad de pymes se transforme en medianas empresas y que las medianas empresas, la mayor cantidad posible, se transforme en gran empresa. Aspiro a que el día de mañana Chile tenga empresas que sean internacionales, que nos llenen de orgullo.
-Para eso, si Evelyn Matthei es la próxima Presidenta de Chile, va a necesitar un Congreso que apañe, ¿es factible que la derecha llegue a La Moneda y además tenga mayoría en el Congreso?
-Nuestro sector, la derecha, de cuyas ideas me siento orgulloso, porque son las que generan progreso y mayor bienestar a la ciudadanía, nunca ha tenido mayoría en el Congreso y, al mismo tiempo, la Presidencia de la República. Hoy día tenemos la oportunidad de que eso ocurra y, por lo tanto, este es el minuto indicado para tener un gobierno que aproveche bien esas mayorías. Y cuando digo que aproveche esas mayorías no me refiero sólo a tratar de hacer la mayor cantidad de reformas posibles, sino que esas reformas sean bien hechas. Entonces, cuando hagamos una reforma tributaria tenemos dos opciones: hacerlo bien o hacerlo a lo bestia.
-¿Cómo sería eso?
-Si lo hacemos a lo bestia, por ejemplo, bajamos muy fuerte los impuestos y eso termina afectando de manera grave a los ingresos del país y el próximo gobierno de izquierda los va a volver a subir; si lo hacemos bien, de manera que genere crecimiento, mayor competitividad, mayor inversión, sin que lesione demasiado gravemente los ingresos del Estado -va a lesionar algo y vamos a tener que asumir eso-, esa reforma va a perdurar. Entonces, tengo fe, mucho más que fe tengo la convicción de que si hacemos las cosas bien vamos a tener mayoría en ambas cámaras y a tener la Presidencia de la República. Pero hay que administrar con responsabilidad las reformas para que perduren. Las reformas que se hicieron durante los ‘80, dieron solidez institucional al país y se mantuvieron durante los gobiernos de la Concertación justamente porque estaban bien hechas.
“Nosotros vamos a revertir muchas cosas que hicieron los gobiernos de izquierda”
-De hecho, existe temor en algunas personas de que si llega la derecha al gobierno se revierta la reforma de pensiones, ¿es posible eso?
-Nosotros vamos a revertir muchas cosas que hicieron los gobiernos de izquierda. En el caso particular de la reforma de pensiones, lo que va a implicar es que Chile va a tener más ahorro, no menos. Por lo tanto, eso va a ayudar a que haya más inversión y a que tengamos una economía más sólida para enfrentar los embates que puedan venir desde afuera, como los efectos de una guerra. Nosotros creemos que la reforma a las pensiones que se hizo, que es gradual, va a tener seis puntos adicionales de ahorro, termina siendo una buena noticia para las arcas fiscales en una mala noticia.
-A propósito de llegar al gobierno, ¿cómo se debería enfrentar esta etapa donde pareciera que José Antonio Kast ha ganado terreno?
-La campaña de verdad parte la próxima semana, cuando sepamos quiénes son los candidatos en la papeleta de primera vuelta. Ya sabemos qué candidatos de derecha son tres. Y en la izquierda falta por dilucidar si va a ser Carolina Tohá o Jeannette Jara. Sabiendo cuál es el elenco, los partidos o las distintas candidaturas se empiezan a desplegar de acuerdo a esa realidad, buscando sus puntos más fuertes y la forma cómo se diferencia de los otros candidatos. Y cuáles son sus puntos más fuertes…
-¿Y cuáles son los puntos más fuertes de Evelyn Matthei?
-Sinceramente, creo que es la única persona que puede llevar adelante, de buena forma, lo que hablamos hace un rato respecto a la responsabilidad de tener un gobierno, un Congreso a favor de hacer buenas reformas que perduren en el tiempo, porque ella es, de todas maneras, la persona más preparada de cualquiera de estos candidatos. A nosotros nos importa cómo llegamos al 16 de noviembre y creo que tenemos un buen plan y una buena estrategia para ganar esa elección.
“Si nosotros ganamos el gobierno, preferiría que la elección de este domingo la hubiese ganado Tohá, porque creo que serían una oposición más patriota, más leal con los chilenos”
-A su juicio, ¿es más fácil ganarle a Jara? Se lo pregunto porque hace unos días Pablo Longueira dijo que varios chats instaban a la derecha a ir a votar por ella. ¿Ha visto alguno de esos chats?
-Tengo decenas, y uno ve que se dice ‘oye, salgamos a votar por Jeannette Jara’. Pero, para aclarar al tiro mi postura: Uno no debe ir a votar a la primaria por un candidato por el que no está dispuesto a votar en primera vuelta. Y, después, cualquiera de las dos que gane la primaria, va a ser muy difícil de vencer. Porque va a ser la candidata única y, probablemente, las primeras semanas después de la primaria aparezca primera en las encuestas, aunque después se va a estabilizar a la baja. Segundo, hoy día la izquierda está peleando y destruida, pero el domingo en la noche van a estar todos unidos detrás de una misma candidatura, sea Tohá o Jara. Tercero, este gobierno ha demostrado que no es muy bueno para prescindir en las elecciones, con lo cual vamos a tener un gobierno trabajando activamente por esa candidatura…
-El Presidente ha llamado a la prescindencia…
-De la primaria, porque no se quiere pelear con nadie dentro de su coalición, pero una vez que tengan un candidato único van a intervenir con todo. Y, en cuarto lugar, tenemos un país donde la izquierda ha ganado la gran mayoría de las elecciones. En muchas ocasiones parece en el suelo, derrotada, dividida, herida, pero en cualquier momento se unen, se levantan y ganan una elección. En el margen podría ayudar más una que otra, pero al final vamos a competir igual, porque es un rival muy difícil de vencer y el que no quiera ver eso está pecando de ingenuidad. Pero hay otra cosa que va a ocurrir el domingo, que es menos obvia, que es qué tipo de izquierda es la hegemónica…
-¿Qué alma de izquierda se va a imponer?
-Créeme que si nosotros ganamos el gobierno, preferiría que la elección de este domingo la hubiese ganado Tohá, porque creo que serían una oposición más patriota, más leal con los chilenos. Si se impone la izquierda más radical y va a dominar el escenario político, me imagino a una oposición muy fuerte en la calle; imagino más violencia y en el Congreso una oposición mucho más dura e irracional.
-¿Cómo ve el escenario presidencial en su sector, más o menos complejo, con tres candidatos?
-Voy a decir esto con mucha humildad, no quiero despreciar a nadie, (pero) estoy convencido de que Evelyn Matthei va a ganar en noviembre, va a llegar a La Moneda, vamos a sacar pa’ fuera a los que están hoy día y Evelyn Matthei va a ser la presidenta a partir del 11 de marzo. Esa es mi convicción, pero no quiero caer en la soberbia de pensar que la candidatura de izquierda o la de José Antonio Kast están derrotadas hoy día.
-Se ve una cierta inestabilidad en el comando de Evelyn Matthei, lo que genera dudas, no sé si tiene que ver con las encuestas, si tiene que ver con ajustes debido a que después del domingo comienza la verdadera carrera presidencial…
-Las campañas tienen etapas y, por lo tanto, las estrategias también tienen etapas para hacerse cargo de cada una de las realidades que se van desarrollando.