Cada vez más en el mundo, hay más gente que trata de que sus hijos no tomen gaseosas, pues no tienen nutrientes alguno, demasiada azucar y usan agua carbonatada, ácido fosfórico, colorantes y demás cosas no necesariamente ok.
Pero vaya que la publicidad de ellas es de primera como que es la “pausa que refresca”, de “sabor nacional”, “energizante” y una serie de tonterías más.
¿Alguien ha podido mermar la industria de las gaseosas? Es tan famosa que el reto Pepsi y Coca-Cola aún se estudia en las escuelas de negocios.
Lo mismo pasa con la industria de los bancos.
Y es que no es delito mentir o, si se quiere, exponer una media verdad. Hay una consultora tremenda que publicitó al morir que no es negocio poner tope a la tasa de interés de consumo, que facilmente llega al 150% anual en el Perú, y que, por tanto, los pobres se irán a los agiotistas que cobran casi “800%” anual, o al gota a gota que es delincuencial y ello es francamente repulsivo, grotesco, burlón.
Hace un buen tiempo, mi brillante asistente veinteañero Frank Ignacio, que ahora está en los EEUU trabajando en Bolsa y haciendo un post grado en finanzas, ya había comentado magistralmente sobre esto en el programa del Estudio Picón y Asociados, Cápsula para Millennials: (https://www.youtube.com/watch?v=OBQKGi1tsT0&t=20s)
Allí citó un estudio de ASBANC del 2013. El controvertido gremio bancario oligopolizado, había encontrado que los pequeños comerciantes podían acceder facilmente a préstamos informales. Según ASBANC, estos préstamos tenían una duración “de solo un mes” a una tasa de entre 7% y 20% por ese periodo. Pero luego ASBANC convierte esta misma tasa de interés de ese mes a años. ¿Para qué? Para poder compararla con la del oligopolio bancario y mostrar que, por ejemplo, la tasa anual de los bancos es de 150% y la de los informales casi 800%. Lo que no es cierto sino una simple exponenciación de un crédito que lo llevan a un año y obviamente sube, pero no existe.
¿Se dieron cuenta de la “media verdad”?
De cómo se usan las finanzas para engañar. Para empezar, ASBANC comete un error vergonzoso al comparar los plazos del préstamo del informal y del banco, porque el banco te puede prestar para años e incluso décadas, mientras que el informal solo otorga préstamos “de solo un mes” y a veces un poco más.
Pero, por si eso no fuera poco, hay otro error aún más grave donde se oculta la media verdad. ASBANC lleva la tasa a la que el informal presta plata por ese mes a términos anuales, vale decir, aplica una fórmula financiera que convierte la tasa del 20% del préstamo en enormes cifras que sobrepasan los tres dígitos.
Pero ¿eso es cierto?, es decir, ¿un comerciante pide prestado S/.1,000 y tiene que devolver S/.8,000? Matemáticamente sí es verdad, pues, si uno aplica la fórmula, ese 20% se transforma en 790% de interés. Pero la realidad supera la teoría, porque normalmente el préstamo informal es “de un solo mes”, es decir, se recibe de vuelta el dinero que prestó al comerciante al mes siguiente con ese 20% de interés. Por tanto, no llegan a existir los 11 meses restantes para que esa cifra del 790% sea cierta.
Eso de que pagan impuestos y dan trabajo, que hay un montón de bancos y otros en el sistema financiero y por ende competencia. T por ello aparecen en pautas publicitarias avalados por la prensa mermelera que, señala, que no hay nada como la libertad. Sí claro, seguro que se trata de libertad, pues nadie te pone una “pistola” en la cabeza para que pagues 150% de interés en un banco. ¿O sí?
Bueno pues y pese a las mentiras y engaños y al aval nada menos que de Julio Velarde, de la SBS, Asbanc, el sinvergüenza del Presidente de la Comisión de Economía del Congreso se mantuvo la ley contra la usura con un interés de unos 110% anual en soles y con una inflación de apenas 2% ¿Les parece ok?
