El calor extremo está dejando una huella trágica en España. Según datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III, al menos 2,168 personas han muerto en 2025 por causas atribuibles a temperaturas excesivas, de las cuales 380 fallecieron solo en junio, el mes más letal desde que existen registros comparables.
El aplicativo, que funciona como ‘Waze’ registró 20,000 mil descargas en dos meses y busca que migrantes puedan esquivar a la policia migratoria.
Ciudades como Badajoz, Córdoba y Sevilla registraron máximas superiores a los 43 °C durante varios días consecutivos, mientras la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitía alertas rojas por temperaturas extremas en más de 30 provincias.
La temperatura media de junio ha sido de 23,6°C en España. Esta cifra es 0,8°C más alta que el anterior valor histórico, registrado en 2017, y es 3,5° superior a la medida del periodo 1991-2020.
Los más afectados han sido los adultos mayores, especialmente quienes superan los 75 años, así como personas con enfermedades cronicas y poblaciones sin acceso adecuado a sistemas de climatización. Las regiones del sur y el interior peninsular concentran la mayor parte de los decesos.
El Ministerio de Sanidad ha llamado a reforzar los planes de prevención, con énfasis en la hidratación, la suspensión de actividades fisicas al aire libre en horas críticas y la ampliación de horarios de los centros climatizados en barrios vulnerables.
El aumento de muertes por calor es un síntoma alarmante de la crisis climática. España, junto con otros países mediterráneos, se enfrenta no solo a temperaturas más altas, sino a olas de calor más frecuentes, largas e intensas.
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