Momentos de máxima tenssión se vivieron este lunes a bordo del vuelo 8696 de Japan Airlines, compartido con su subsidiaria Spring Japan, cuando la aeronave perdió más de 10 mil metros de altitud por una falla en el sistema de presurización, obligando a realizar un aterrizaje de emergencía en la ciudad de Osaka, Japón.
El avión, un Boeing 737, había despegado desde el aeropuerto de Shanghai Pudong, en China, con destino al aeropuerto de Tokio Narita, transportando a 191 pasajeros y tripulantes. Todo transcuría con normalidad hasta que, alrededor de las 6:53 p. m. (hora local), una repentina despresurización activó las máscaras de oxígeno, desatando el pánico entre los ocupantes.
“Escuché un golpe sordo y, en cuestión de segundos, cayeron las máscaras”, relató un pasajero citado por Associated Press (AP). Otra persona declaró haber despertado en medio del caos mientras “todas las máscaras se abrían” a su alrededor. Algunos confessaron haber pensado que el avión se estrellaría, e incluso comenzaron a redactar mensajes de despedida y sus testamentos en medio del miedo.
El incidente fue registrado en video por varios pasajeros, y las imágenes muestran a decenas de personas con las máscaras puestas, abrazadas a sus asientos, mientras un miembro de la tripulación intenta calmarlos con instrucciones por altavoz.
Según informes de Kyodo News, The Standard y el South China Morning Post, los pilotos notificaron a los controladores de tráfico aéreo tras detectar la anomalía y optaron por desviar el vuelo hacia Osaka, donde lograron aterrizar de manera segura y sin heridos.
La aerolínea confirmó que ninguna persona resultó herida, pero se inició una investigación interna para determinar las causas exactas del fallo. El incidente genera preocupación en torno a la seguridad operativa de vuelos regionales en Asia.
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