La Copa Mundial de Clubes de la FIFA, en su nuevo formato audaz y con un alcance global ampliado, se suponía que representaría el pico del fútbol de clubes—el enfrentamiento definitivo de escuadras elite de distintos continentes. Pero detrás del brillo y el glamour de los partidos destacados y las valoraciones de miles de millones, una preocupación apremiante ha crecido silenciosamente más fuerte con cada partido: la seguridad de los jugadores bajo condiciones climáticas extremas.
Un recordatorio claro de este problema se desarrolló en Miami, donde la Juventus se enfrentó al Real Madrid en un encuentro de octavos de final muy anticipado. El partido terminó en una derrota de 1-0 para el equipo italiano, pero lo que realmente capturó los titulares no fue el marcador—fue lo que ocurrió en la línea de banda.
Con las temperaturas alcanzando los 30°C (86°F) y la humedad rondando el 70%, el partido en el Hard Rock Stadium se convirtió en una prueba física y mental de supervivencia. El inicio de la tarde sofocante llevó a un momento sin precedentes en el fútbol moderno.
“Al final, 10 jugadores pidieron ser sustituidos,” reveló el entrenador de la Juventus, Igor Tudor, después del partido, según informó ESPN. “La extenuación fue increible. Hay la tensión de este partido, que quema tu energía. Luego está este calor, que realmente te afecta, y la tercera cosa que completa las condiciones es jugar en esta humedad.”
A pesar del máximo de cinco sustituciones permitido (o seis en tiempo extra), el doble de ese número de jugadores pidieron salir—una clara indicación de cuán abrumadoras eran las condiciones.
Múltiples quejas a lo largo del torneo
Este no fue un caso aislado. A lo largo del torneo, se han requerido pausas de enfriamiento en 33 de 56 partidos, y más de un entrenador ha hablado al respecto.
“Ya son siete, ocho, nueve partidos que han suspendido. Es una broma, para ser honesto,” lamentó el entrenador del Chelsea, Enzo Maresca, después de un retraso por clima de 113 minutos en Charlotte. Mientras tanto, el entrenador del Borussia Dortmund, Niko Kovac, bromeó que estaba “sudando como si acabara de salir de una sauna” tras el partido de su equipo en Cincinnati.
Incluso FIFPRO, el sindicato global de jugadores, ha intervenido, instando a la FIFA a revisar las directrices sobre las condiciones de los partidos. Según sus expertos, las pausas de enfriamiento deberían comenzar a una Temperatura de Globo de Bulbo Húmedo (WBGT) de 28°C, no de 32°C, y los partidos deberían ser retrasados si sube más.
Las condiciones en Miami—aunque no son ni siquiera las más calurosas del torneo—plantean preguntas urgentes sobre la programación de la FIFA y la viabilidad de los torneos de verano en América del Norte. La Copa Mundial de 2026, también programada en EE.UU., México y Canadá, ahora enfrenta un escrutinio renovado.