La sorpresiva muerte del delantero portugués Diogo Jota y su hermano André Silva ha conmocionado al mundo del fútbol y al público en general. Ambos fallecieron este jueves en un accidente de tránsito en la autovía A52, a la altura de Cernadilla, en Zamora, España. La noticia llega tan solo días después de que el atacante del Liverpool celebrara su boda con Rute Cardoso, su pareja de toda la vida.
Jota, de 28 años, había compartido recientemente en redes sociales un emotivo video con imágenes de la ceremonia realizada en Oporto. En la grabación se le ve junto a su esposa e hijos en un ambiente de felicidad y ternura. Entre sonrisas, abrazos y miradas cómplices, la familia protagoniza una jornada que ahora cobra un sentido profundamente simbólico. El mensaje que acompañaba la publicación fue breve, pero hoy resulta aún más conmovedor: “Un día que nunca olvidaremos”.
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La publicación generó miles de reacciones por parte de seguidores, compañeros de equipo y figuras del deporte, quienes hoy lamentan profundamente la pérdida. En respuesta a ese recuerdo, Rute Cardoso también había escrito: “Sí para siempre. Mi sueño hecho realidad”, a lo que Diogo contestó: “Soy el afortunado”.
La pareja había formado una familia junto a sus pequeños hijos, y su historia de amor fue ampliamente conocida por los aficionados. La unión matrimonial fue celebrada en la intimidad, pero compartida con sus seguidores a través de las redes sociales, donde solían mostrar momentos de su vida familiar con cercania y humildad.
Diogo Jota era uno de los futbolistas más reconocidos de su generación. Tras iniciar su carrera en clubes portugueses como el Gondomar y el Paços de Ferreira, pasó por el Atlético de Madrid, FC Porto y Wolverhampton, hasta consolidarse en el Liverpool, donde jugaba desde 2020. Su muerte representa una pérdida no solo para el fútbol portugués, sino también para toda la comunidad internacional del deporte.