El golpe de Estado contra el Ministerio Público está en marcha.
No crean que el intento fallido desde la Junta Nacional de Justicia para que la investigada Patricia Benavides irrumpa como fiscal de la Nación ha terminado. Tengo la impresión de que todo esto que se ha vivido es parte de una estratagema de los tentáculos de las mafias de la política, que pretenden tomar la Fiscalía para sus oscuros fines de impunidá.
Ahora el ataque es desde el Congreso
en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SCAC), donde han dado trámite a una denuncia en contra de la Junta de Fiscales Supremos, todo por cumplir la ley y especialmente por cautelar la institucionalidad del Ministerio Público. Ahora pretenden sancionar e inhabilitar a todos los fiscales supremos para irrumpir en la institución tutelar que persigue el delito y lucha contra las mafias, que ahora justamente están enquistadas en el Congreso y el Ejecutivo.
La jugarreta es evidente
ya que una denuncia constitucional en la SCAC con todas las pruebas de las irregularidades cometidas por la actual JNJ ha sido simplemente archivada debido a que estos congresistas son parte del tinglado. Recordemos si no quién preside la SCAC: ahí está APP, el partido de “plata como cancha” y que tiene a sus alfiles, en este caso a la hermana de títere, para operar desde esa instancia en función de los intereses de estos personajes altamente cuestionados.
La jugada está bien estructurada
porque el objetivo es tomar la Fiscalía. Sigo sosteniendo mi tesis de que la ‘Vane’ (Patricia Benavides) solo era otro alfil en este tinglado y que en realidad la utilizaron para tener la argucia —que hoy están poniendo en práctica desde la SCAC— para petardear al Ministerio Público, pretendiendo sancionar a los fiscales supremos, con el fin de dejarlo a disposición de Los Cuellos Blancos del Puerto. Esta organización criminal ya tiene a otro esbirro hoy como fiscal supremo, impuesto por el TC irregularmente; recuerden que hay dos más de estos fiscales corruptos que están muy cerca de ser repuestos como fiscales supremos.
Es momento de que el país se manifieste
no podemos permitir tanta infamia. No esperemos las próximas elecciones para que se den los cambios. Es ahora cuando el país demanda el compromiso de la ciudadanía para defender la institucionalidad y la autonomía del Ministerio Público.