En el marco del Congreso Nacional del Partido Popular (PP) realizado en España, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ofreció una reflexión que apunta directamente a una de las principales carencias del escenario político peruano: la debilidad estructural de sus partidos políticos.
«Gracias al Partido Popular de España de España por invitarme a su Congreso Nacional. He comprobado de primera mano la fuerza de su militancia, su organización y el liderazgo firme de Alberto Núñez Feijóo, a quien felicito por su reelección», dijo.
Pero más allá del saludo diplomático, lo que resaltó fue su llamado de atención hacia la realidad peruana. “Desde el Perú, tenemos mucho por aprender sobre la solidez de los partidos políticos y su rol en la construcción de democracias sólidas y con visión de futuro”, afirmó Keiko Fujimori. Un mensaje que, sin mencionarlo directamente, evidencia su preocupación por el alto nivel de fragmentación, improvisación y cortoplacismo que caracteriza al sistema político nacional. Sus declaraciones llegan en un momento en el que el descrédito hacia los partidos es generalizado en el país. Con bancadas que se deshacen tras cada elección, agrupaciones políticas que cambian de nombre en cada proceso y un Congreso dominado por intereses individuales más que por plataformas ideológicas, el llamado de Fujimori a observar modelos de organización más consistentes se convierte en una señal de alaram, pero también en una propuesta de reflexión. Las palabras de Fujimori podrían interpretarse como un intento de reivindicar la importancia de tener estructuras partidarias estables y con liderazgo claro, en contraste con el caótico panorama político que hoy predomina en el Perú.
