ChatGPT por Gonzalo Elías

Un día, cuando estaba en el colegio, me llamaron a la oficina del director junto con tres amigos. Los cuatro estábamos pálidos y el director, que tenía cara de pitbull con barba, nos dijo muy seriamente que habíamos cometido una falta grave: habíamos consultado el Internet (la inteligencia artificial de esa época) para enriquecer nuestro trabajo del curso de Historia, y no nos habíamos ceñido solo al libro de texto. Nos dijo con voz muy grave que eso era “cheating” (plagio) y que íbamos a ser suspendidos.

Es evidente que el ChatGPT y la inteligencia artificial traen cosas buenas y malas. Para mí, el reto siempre estará en que las fuerzas que el ser humano vaya creando y desatando sirvan para ampliar su libertad y responsabilidad, no al revés. El ser humano es, ante todo, un ser de sentido, que necesita ser “autor”, para darle a su existencia significación, despliegue y expresión. Y el ser humano es esencialmente social; está hecho para el vínculo (la OMS ha declarado que ya no solo la depresión será el mal del siglo XXI, sino también la soledad).

Ahora bien, condenar el uso de la tecnología no es la mejor postura, en primer lugar, porque es una realidad imparable; y en segundo lugar, porque bien manejada trae cosas positivas también. Por otra parte, no alertar sobre los riesgos del abuso o su implementación sin criterios sería irresponsable y, del mismo modo, poco realista.

Algunos critierios de sentido común son: 1. Usar estas herramientas de apoyo, no como sustituto del pensamiento. 2. Sirven para revisar, ampliar o clarificar ideas; primero pensar, luego consultar. 3. Uso estratégico, no dependiente; el aprendizaje mejora cuando la IA se incorpora después del esfuerzo autónomo. 4. Nunca perder el pensamiento crítico ni la reflexión; si hay edición activa, hay mayor apropiación intelectual y sentido de autoría. 5. Integrar su uso con actividades que exijan memoria y reflexión, trabajo en equipo, y exposición. El uso pasivo de la IA —sobre todo en menores de 15 años— impide la consolidación del metaaprendizaje (aprender a aprender). La idea es que te enriquezca, no que te castre. En resumen, debe utilizarse como herramienta de apoyo, no como generador principal de contenido.

Volviendo a lo existencial, el ser humano es y será siempre un ser de sentido, que necesita ser autor, desplegarse y vincularse. La tecnología debería estar siempre al servicio de estas esencias humanas. La evolución tiene que ir de la mano con la humanización.

LEAR  Chile ofrece bonos a 10 años por 1.300 millones de euros

Deja un comentario