Pocas cosas son más frustrantes que despertarse con dolor de cabeza o cuello después de una noche de dar vueltas y golpes en la almohada para tratar de ponernos cómodos. Cuando se suponía que teníamos esa noche de sueño reparador y al despertarnos ¡zas! Ahí está nuevamente ese dolor de cabeza que no nos deja.
Y entonces volteamos y miramos a la culpable: la almohada. Es ahí cuando comenzamos a hacer memoria de la lista de almohadas que hemos seleccionado, o nos han recomendado, y concluimos que esa era demasiado suave, la otra demasiado firme, una era demasiado alta y así hemos ido descartando una tras otra. Peor si tratamos de descansar en plena crisis de migraña: esta huele mal, esta me duele el cuello, esta es demasiado caliente o esta es demasiado ruidosa.
No es fácil encontrar “nuestra” almohada. Cierto es que no existe LA almohada que “cura la migraña”, como promocionan en varios comerciales de televisión. Pero sí podemos enumerar algunas características que nos ayuden a encontrar nuestra “almohada amiga”.
Esa almohada debe ofrecer buen soporte para el cuello y la cabeza. Esto es básico. También debe buscar un alineamiento adecuado mientras se duerme, aunque esto no es tan fácil de lograr, pues uno da innumerables giros en la cama durante la noche. No puede ser demasiado caliente sino transpirable y menos debe tener algún olor. Esto está en función del material con el cual está hecha.
Los materiales de relleno pueden ser de látex, espuma con memoria, plumas o alternativas de plumas. La almohada de bajo precio obvio que no será de la mejor calidad, así que no piense en ahorro cuando vaya a seleccionarla.
Wendy Neri, del grupo de ayuda Migraineagain, quien vive con migraña, hizo un interesante estudio. Compró 11 diferentes tipos de almohadas y durmió durante al menos una semana con cada una de ellas. Concluyó que la mejor en general fue una almohada que se siente como una almohada de plumas, pero más firme (y sin plumas que sobresalen y nos hinquen durante la noche). Esta tenía una mezcla de espuma con memoria, microfibra y cuentas de gel. Esta configuración le da ese tacto de plumón, pero con más soporte.
Ahora, a buscar esa almohada que nos resolverá la noche, y el amanecer.
