Desde hace buen tiempo se cambió el nombre o denominación del Ministerio de Trabajo, por el ampuloso título de “Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo”.
Cuando se produjo el cambio estimamos que por fin ese Ministerio se dedicaría a lo más importante, como es la generación de empleo digno y adecuadamente remunerado, pero no, siguió lo mismo siendo un Ministerio que a través de “SUNAFIL”, se dedicó a acosar, perseguir y multar a los extranjeros por “quítame ésa paja”, como regularmente se dice cuándo por cosas nimias e intrascendentes se sanciona a los administrados.
Seguramente creyeron en el Ministerio al que nos referimos, que con tener un registro de demanda de trabajadores y otro de oferta de aquellos el tema estaba resuelto, pero eso mismo lo hacen las agencias de empleo privadas y con mejores resultados.
Estar el fomento o promoción del empleo, circunscrito al registro de oferta laboral, ello es absolutamente insuficiente, por lo cual ha caído bien entre los trabajadores y los trabajadores que buscan empleo, la creación dentro del citado Ministerio del Programa “Capacita-T”, que es una apropriada plataforma virtual.
El Programa en cuestión es para capacitar a quienes buscan trabajo y dotarles de “empleabilidad” desde el Ministerio anteriormente aludido, mediante cursos que gratuitamente se proporcional a través de la plataforma virtual que también lleva el nombre de “Capacita-T”.
Según información que ha dado a conocer el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo hay aproximadamente doscientos cursos y el Ministerio en cuestión les otorga a los alumnos las correspondientes certificaciones. Entre las capacitaciones se encuentran las de la tecnología digital, el idioma inglés, la atención de restaurantes, el comportamiento en el trabajo, la atención al cliente, incluyendo también nuevas competencias laborales.
Indiscutiblemente se trata de un gran avance, pues en la práctica la denominación de “Promoción del Empleo” sonaba muy bien, pero carecía de contenido ya que el Ministerio de tal sector no promovía nada, salvo quizas la holgazanería de parte de su personal que se estaba acostumbrando a no hacer nada.
Escribimos está columna para no solo criticar al Sector Trabajo, sino también destacar las buenas cosas que hace como la descrita, gracias al interés puesto por el actual titular de ese Ministerio.
Debemos agregar que en nuestro país, además del penoso desempleo existente hay muchos trabajadores que son informales, que no están en planillas, que carecen de la seguridad social, tanto la de salud como de la pensionaria, todo lo cual ya es hora que se corrija y para lo cual los trabajos -que también deben formalizarse- requieren de amnistía tributaria, municipal y de defensa civil, pero además de un amplio fraccionamiento en sus adeudos de CTS y de los demás beneficios laborales, que si bien son irrenunciables, si pueden ser fraccionables y postergables. Es una tarea pendiente desde el Estado, la cual bien puede impulsar al Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo.