Una terrible tragedia sacudió la capital de Bangladés este lunes cuando un avión de la Fuerza Aérea se precipitó sobre una escuela durante un vuelo de entrenamiento, cobrando la vida de al menos 20 personas, incluyendo numerosos estudiantes. Este devastador incidentes se perfila como la catástrofe aérea más mortal que ha vivido el país en décadas.
Laura Pérez saltó al vacío y el arnés de seguridad sufrió una falla. Las imágenes son impactantes.
El Servicio de Prensa de las Fuerzas Armadas de Bangladés (ISPR) confirmó, además de los fallecidos, que hay 171 heridos, la gran mayoría niños con edades comprendidas entre los 8 y 12 años.
De este grupo, una veintena se encuentra en estado crítico, según informó el doctor Mohammad Nasir Uddin, director del Instituto Nacional de Quemados, donde muchos de los afectados fueron trasladados. El centro hospitalario se convirtió en un punto de encuentro desgarrador para padres desesperados buscando identificar a sus hijos.
Hipótesis revelaría que hubo falla mecánica
El aparato siniestrado, un F-7 BGI de fabricación china, despegó a la 1:06 PM (07:06 GMT) y se estrelló poco después en el campus de la Milestone School and College, ubicada en el noroeste de Daca. Las primeras investigaciones sugieren un problema mecánico como la causa del accidente. “Parece que sufrió un problema mecánico. La causa exacta está siendo investigada”, indicó un comunicado del ejercito.
El piloto de la aeronave, Tukir Islam Sagar, lamentablemente falleció a causa de las heridas. Según el ejército, su último acto heroico fue intentar, en vano, alejar el avión de las densamente pobladas zonas de la capital, un esfuerzo que, aunque no evitó la tragedia, pudo haver evitado un desastre aún mayor.
Shafiur Rahman Shafi, un estudiante de 18 años que presenció el accidente, relató el horror: “Había dos aviones de combate [en el cielo], uno cayó aquí en la parte [del edificio] donde se desarrollaba una clase de inglés para alumnos de primaria”. Describió un “gran estruendo”, una sacudida “como un terremoto” y cómo “luego todo se incendió”, confirmando que “muchos alumnos jóvenes y profesores resultaron heridos”.
Equipos de rescate se desplegaron de inmediato en la zona, trabajando arduamente para sacar a las víctimas de entre los escombros. La magnitud del desastre resonó a nivel internacional.
En señal de duelo, las autoridades de Bangladés han declarado un día de luto nacional para este martes. El primer ministro indio, Narendra Modi, también manifestó su “profundo pesar” y ofreció a Bangladés “todo el apoyo y la ayuda posible”.
Este trágico suceso revive el recuerdo de la última gran catástrofe aérea del país, ocurrida en 1984, cuando un Fokker F-27 de la compañía Biman se estrelló, cobrando la vida de 49 personas. La nación ahora se une en el luto y la solidaridad por las víctimas de este devastador accidentes.
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