La extorsión y el impuesto de suelo. El otro costo del que no se habla.

Un lastre para la economía y la sociedad mexicana. En México, la extorsión y el cobro de derecho de piso se han convertido en una práctica delictiva cada vez más extendida, con graves consecuencias para la economía y la sociedad. Este fenómeno, que afecta principalmente a pequeños y medianos empresarios (PYMES) y a personas que trabajan por cuenta propia, se ha convertido en un impuesto ilegal que lastra el desarrollo económico y genera un clima de inseguridad y miedo.

La extorsión y el derecho de piso son un problema complejo en el que se entrelazan diversos factores, como la debilidad del Estado de derecho, la corrupción y la impunidad. Las organizaciones criminales, amparadas en la falta de acción de las autoridades, han encontrado en estas prácticas una fuente de ingresos ilícitos que les permite fortalecer su poder y su capacidad de operación.

Las consecuencias económicas de la extorsión y el derecho de piso son devastadoras. Las PYMES, que representan el motor de la economía mexicana y generan una parte importante del empleo, se ven obligadas a destinar una parte significativa de sus ingresos al pago de extorsiones, lo que reduce su rentabilidad y su capacidad de inversión. En muchos casos, los empresarios se ven abocados a cerrar sus negocios ante la imposibilidad de hacer frente a esta situación, lo que genera desempleo y pobreza.

Pero la extorsión y el derecho de piso no solo tienen un impacto económico, sino también social. El miedo y la inseguridad que generan estas prácticas corroen el tejido social y dificultan la convivencia pacífica. Las víctimas de la extorsión y el derecho de piso se sienten desprotegidas y vulnerables, lo que afecta su calidad de vida y su bienestar emocional.

La tolerancia y la alianza de algunas autoridades con las organizaciones criminales son un factor que agrava aún más este problema. La corrupción y la falta de voluntad política para combatir la extorsión y el derecho de piso permiten que estas prácticas sigan proliferando y extendiéndose por todo el territorio nacional.

Se requiere una estrategia integral que involucre a todas las instancias de gobierno y que combine acciones de prevención, investigación y sanción. Es necesario fortalecer el Estado de derecho, combatir la corrupción y la impunidad de los delincuentes.

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Asimismo, es importante que la sociedad civil se involucre en la lucha contra la extorsión y el derecho de piso. La denuncia y la colaboración con las autoridades son fundamentales para desarticular las organizaciones criminales y llevar a los responsables ante la justicia. Esto no sucede por temor a represalias y a la colusión de las mismas autoridades.

La extorsión y el derecho de piso representan un lastre significativo para la economía de México, aunque cuantificar su impacto exacto en el Producto Interno Bruto (PIB) es un desafío debido a la naturaleza clandestina de estas actividades. Sin embargo, se estima que estas prácticas ilícitas representan el 2% del PIB (más de 500 mil mdp anuales) y que generan pérdidas multimillonarias que afectan a diversos sectores productivos, limitando el crecimiento económico del país, tanto en inversión, empleo formal y desarrollo regional.

En cuanto a los estados donde este problema es más grave, no existe una fuente única y oficial que proporcione datos precisos y actualizados sobre la incidencia de la extorsión y el derecho de piso en todo el país. Sin embargo, diversas investigaciones y reportes de organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación señalan que algunos de los estados más afectados por estas prácticas delictivas son: Estado de México, CDMX, Tamaulipas, Veracruz, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Guerrero, Puebla, Chiapas y Jalisco.

Es importante señalar que la extorsión y el derecho de piso son problemas que afectan a todo el país, aunque con mayor incidencia en algunas entidades.

Existen otros países en el mundo donde se presentan fenómenos similares, aunque con características y contextos específicos y diferentes al mexicano. Algunos de estos países son:

Colombia, El Salvador, Nigeria Honduras e Italia.

El gobierno estadounidense ha expresado su preocupación por la situación de violencia y criminalidad en México, incluyendo la extorsión y el derecho de piso. Estados Unidos ha ofrecido apoyo y cooperación a México en el combate contra el crimen organizado y la lucha contra la impunidad. Sin embargo, han sido objeto político de debate y críticas, especialmente en lo que se refiere a la cooperación en materia de seguridad y el impacto de la política de drogas en la violencia en México.

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La extorsión y el derecho de piso son problemas complejos con raíces profundas en factores económicos, sociales y políticos. No existe una solución única o fácil para este problema, y se requiere un enfoque integral que involucre a todos los niveles de gobierno, la sociedad civil y la cooperación internacional.

Definitivamente los grupos de narcotraficantes están involucrados en la extorsión y el cobro de derecho de piso en México, en los últimos años han diversificado sus actividades y han incursionado en otros delitos, como la extorsión y el cobro de derecho de piso, para aumentar sus ingresos y su poder.

Control del territorio y de la economía local. Estos grupos utilizan la extorsión y el derecho de piso como una forma de control territorial y para ejercer presión sobre la economía local. Al extorsionar a negocios y empresas, los cárteles se aseguran una fuente de ingresos constante y también imponen su autoridad en la región.

La impunidad y la falta de Estado de derecho. La impunidad y la falta de Estado de derecho en México facilitan la participación de los narcotraficantes en la extorsión y el cobro de derecho de piso. La falta de investigación y sanción de estos delitos permite que los grupos criminales operen con impunidad y sigan expandiendo sus actividades ilícitas. Las víctimas principales: PYMES y población en general.

Los negocios locales se ven obligados a pagar cuotas extorsivas para poder operar, mientras que los ciudadanos también pueden ser víctimas de extorsión y amenazas por parte de estos grupos criminales. El uso y estímulo del efectivo es factor, por lo que las autoridades financieras deberían poner límite al pago y depósitos en efectivo.

Es importante destacar que la participación de los narcotraficantes en la extorsión y el derecho de piso agrava aún más la situación de inseguridad y violencia en México. Este problema se suma a la situación actual con los Estados Unidos con relación a la migración, el tráfico de drogas y limita la integración comercial de las PYMES en las cadenas productivas. Podemos decir en la narrativa que la economía mexicana es muy fuerte, y que hay mucho apoyo a las políticas públicas. Pero así como se llegó a un acuerdo con los Estados Unidos para evitar por lo menos un mes los aranceles. Hay que aplicarse en este tema interno que ya es una prioridad.

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El sector financiero puede jugar un papel crucial en la disminución de la extorsión y el cobro de piso a través de diversas estrategias y acciones:

– Fortalecimiento de medidas de seguridad:

Implementación de protocolos de seguridad robustos.

Monitorear las transacciones de los clientes para identificar patrones inusuales o sospechosos que puedan indicar extorsión o cobro de piso.

Capacitación del personal para identificar y reportar actividades sospechosas relacionadas con la extorsión.

– Colaboración con autoridades:

Intercambio de información.

– Educación y sensibilización:

Talleres y charlas a empresas y emprendedores sobre cómo protegerse de estas prácticas delictivas.

– Desarrollo de herramientas tecnológicas:

Plataformas de denuncia anónima que permitan a las víctimas denunciar de forma anónima la extorsión y el cobro de piso.

Sistemas de alerta temprana que permitan a los clientes recibir notificaciones sobre transacciones sospechosas o inusuales.

– Fomento de la cultura de la denuncia:

Canales de denuncia accesibles y seguros para que las víctimas puedan reportar la extorsión y el cobro de piso sin temor a represalias.

Protección de testigos y víctimas que denuncien estos delitos.

– Apoyo a emprendedores y PYMES:

Créditos y financiamiento a tasas accesibles para apoyar a emprendedores y PYMES que han sido víctimas de la extorsión y el cobro de piso.

Asesoría financiera y legal a las víctimas para que puedan recuperarse y fortalecer sus negocios.

El sector financiero puede contribuir de manera significativa a la disminución de la extorsión y el cobro de piso, protegiendo a sus clientes y fortaleciendo la economía productiva.

X: @MarioSanFisan | CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE [email protected]