Estos días, las calles de Nueva York estan llenas de aficionados del Flamengo mirando a los seguidores de Fluminense con un poco de envidia. Los primeros se han resignado a ir de compras en Manhattan, mientras que los segundos se preparan para un momento histórico: la semifinal de la Copa del Mundo de Clubes contra Chelsea (martes, 9:00 p.m. hora local).
Es un gran hito que el equipo de Renato Gaúcho ha alcanzado por merito, gracias a la filosofia tactica de “Ordem e Progresso” que ha implementado el verdadero estrella del equipo.
La plantilla de Flu cuenta con veteranos destacados como el capitán Thiago Silva y el portero de 44 años Fábio, una de las sorpresas más grandes del torneo. Pero el verdadero corazón del equipo—la cara de la resistencia de Sudamérica ante el dominio europeo—es el entrenador Renato Gaúcho. Aunque es relativamente desconocido al otro lado del Atlántico, Gaúcho es una figura enorme en Brasil, un país que ha visto a sus entrenadores brillar en esta Copa del Mundo de Clubes.
Un hombre del momento—y de los microfonos
Esta es la séptima etapa de Renato con el club de Rio, habiendo regresado en abril tras un período turbulento. La historia reciente de Fluminense ha visto al club ganar su primera Copa Libertadores y evitar el descenso en la misma frase. Renato ha sido el gestor de crisis del equipo durante sus horas más oscuras. Como jugador, fue considerado uno de los mejores extremos de los años 80, una leyenda en Grêmio, donde también ganó una Libertadores como entrenador.
Renato siempre ha equilibrado tácticas en el campo con el estilo en la mesa de conferencias de prensa. Él maneja ambas arenas con facilidad, asegurando que una nunca opaque a la otra. Conocido formalmente como Renato Portaluppi, nunca ha sido tímido sobre su autoconfianza. En 2017, su equipo de Grêmio se enfrentó a Real Madrid en la final de la Copa del Mundo de Clubes (acortada), un partido ganado por un gol de Cristiano Ronaldo. Después, Renato hizo una declaración audaz:
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“Es un gran jugador, pero yo era mejor que él. Yo era más técnico, y él no es tan versátil como yo lo era. Me gustaría verme en el equipo del Real Madrid con todos esos compañeros, y me gustaría verlo jugar en una liga estatal, Copa Libertadores, o pasar meses sin recibir paga,” declaró, resonando el orgullo de los jugadores sudamericanos que han prosperado sin necesidad de ir a Europa. Al igual que Hércules ha hecho, quien ha marcado dos goles decisivos en las rondas eliminatorias contra el Inter de Milán y Al Hilal.