Lamine Yamal
, quien acaba de cumplir 18 años, se ha convertido en el jugador más joven de la era moderna en llevar la icónica camiseta No. 10 del Barcelona. Es una decisión audaz—pero tiene sentido dado lo que la joven estrella ya ha mostrado en el campo desde su debut en el primer equipo. En el Barça, no hay duda: el futuro pasa por él, y ha llegado el momento de asumir un papel más grande.
El camiseta No. 10
no es solo un número. Ha sido usado por leyendas como Messi, Ronaldinho, Rivaldo, y Riquelme—siempre asociado con talento, liderazgo y responsabilidad inmensa. Ese legado ahora continua con un jugador que ha mostrado personalidad desde el principio y no ha evitado los mayores escenarios del juego.
La temporada pasada
fue el despegue oficial de Lamine Yamal. Con solo 16 y 17 años, hizo actuaciones destacadas con el primer equipo. Fue decisivo en partidos clave de LaLiga, un jugador que hace la diferencia en momentos difíciles, y uno de los pocos que se mantuvo firme cuando la presión aumentó.
En la Liga de Campeones
, se destacó en lugares como el San Siro, mostrando madurez más allá de sus años. Su capacidad para sobresalir en grandes partidos, su regate sin miedo y su comprensión del juego de élite lo han convertido en un jugador clave mucho antes de lo que cualquiera esperaba. Y ahora, con el No. 10 en su espalda, está listo para dar el siguiente paso.
Su participación en la Eurocopa
con España confirmó lo que muchos ya creían: Lamine no es solo un talento prometedor—es la verdadera cosa. Ha marcado goles, asistido a compañeros, cambiado partidos y reavivado un nivel de emoción entre los aficionados que no se había visto en mucho tiempo.
El club cree
que este movimiento le ayudará a crecer aún más. No como una recompensa, sino como un desafío. Barça necesita nuevas íconos—y Lamine Yamal ha ganado su lugar, tanto dentro como fuera del campo.