Fue una noche agridulce en San Siro. Milan cerró su temporada 2024-25 con una victoria por 2-0 sobre el descendido Monza, un resultado que salvó al club de la indignidad de una clasificación temprana para la Coppa Italia, pero que hizo poco para limpiar las manchas de una campaña profundamente decepcionante. Sin embargo, dentro de esa noche tranquila y conflictiva, Christian Pulisic alcanzó un hito que vale la pena celebrar, incluso si dos de sus récords personales se escaparon por poco.
El partido se desarrolló bajo una nube de frustración, tanto dentro como fuera del campo. Los aficionados protestaron antes y durante el juego, haciendo saber su descontento después de una temporada en la que Milan no logró la clasificación europea. El entrenador en jefe Sergio Conceicao estuvo ausente, cumpliendo una suspensión de un partido por su tarjeta roja contra Roma. Pero a pesar del aire de resignación, los jugadores del Rossoneri, y Pulisic en particular, dieron a San Siro algo para recordar.
Partido marcado por la protesta y la promesa
Desde el principio, Milan parecía ser el equipo más determinado de los dos. Joao Felix, preferido sobre Rafael Leao, estuvo en el centro de la presión inicial del equipo. Creó múltiples oportunidades, incluida una en la que Christian Pulisic cabeceó por encima del travesaño después de un centro tentador de Yunus Musah.
Pero el momento más destacado fuera del campo llegó solo 15 minutos después del inicio del partido. Con la partida de los ultras del Milan temprano en el juego, el estadio se volvió notablemente más silencioso. Ese silencio subrayó la desconexión entre los aficionados y el equipo, un momento que hizo que incluso el hito del delantero de 26 años se sintiera apagado.
Matteo Gabbia rompió el empate en el minuto 64, cabeceando un córner tomado por el suplente Samuel Chukwueze. Diez minutos después, Felix fue recompensado por su persistencia, marcando un magnífico tiro libre desde 20 yardas para sellar la victoria por 2-0. Fue su último acto antes de ser sustituido, y dejó a los aficionados preguntándose si lo habían visto con la camiseta del Milan por última vez.
El jubileo de Pulisic — Y los récords que se escaparon
En medio de la rotación y las sustituciones, la contribución de Christian Pulisic se mantuvo constante. Su talento, habilidad y desinterés brillaron en todo lo que hizo. Aunque no pudo marcar, sus carreras rápidas y un casi gol en el poste contrario subrayaron su determinación.
Pero el momento más importante del estadounidense llegó en silencio: con su aparición, alcanzó los 100 partidos jugados con el Rossoneri en todas las competiciones, un logro notable para un jugador cuya consistencia y versatilidad han sido fundamentales para el equipo en momentos turbulentos.
Sin embargo, tenía más que un hito en la mira. Si hubiera marcado, habría igualado su mejor marca de 12 goles en una liga de las cinco mejores de Europa, lograda la temporada pasada. Una asistencia o un gol también habrían llevado su total de contribuciones goleadoras a más de 20, otro récord personal. En cambio, Pulisic terminó la temporada de la Serie A con 11 goles y nueve asistencias, justo por debajo de sus objetivos.