Vinicius Jr., uno de los talentos más deslumbrantes del fútbol y una pieza fundamental del presente y futuro del Real Madrid, podría encontrarse pronto frente a una crisis que ningún defensor le ha presentado nunca: una posible suspensión de dos años del fútbol. Pero lo que resulta aún más impactante que la posible suspensión es la razón detrás de ella, una situación que traspasa las líneas de los negocios, la ética y la supervisión regulatoria en el juego moderno.
No hay duda de la importancia de Vinicius para el Real Madrid. El brasileño de 24 años ha estado en una forma deslumbrante, anotando 21 goles y entregando 15 asistencias en 47 partidos en todas las competiciones esta temporada. Sus actuaciones no solo lo han hecho indispensable para el esquema de Carlo Ancelotti, sino que también han elevado su perfil global. Con un contrato que se extiende hasta 2027 y un valor de mercado actual de $228 millones, es ampliamente visto como uno de los pilares de la próxima gran era de Los Blancos.
Sin embargo, una tormenta ha estado gestándose fuera del terreno de juego, y ahora amenaza con arrojar su carrera en la confusión.
FIFA investiga: Conflicto de propiedad levanta banderas rojas
El drama comenzó cuando Tiberis Holding do Brasil, una empresa brasileña, presentó una queja formal ante el Comité de Ética de la FIFA el 7 de abril. Según Marca, la queja apunta a Vinicius Jr. por violar las regulaciones éticas de la FIFA, específicamente la regla que prohíbe a los jugadores profesionales activos poseer acciones en clubes de fútbol.
“Vinicius Junior está registrado como propietario de varios clubes de fútbol profesional, lo que podría violar las reglas internacionales del fútbol”, informó Marca. La queja alega que esta propiedad se facilita a través de una empresa llamada ALL Agenciamento Esportivo, que es gestionada por el padre y agente del jugador, Thassilo Soares.
La adquisición más destacada bajo escrutinio es la del Athletic Club de Sao Joao del Rei, un equipo brasileño recientemente ascendido a la Serie B. Tiberis, que anteriormente poseía el 16.5% del club, afirma que se le negó su derecho de tanteo cuando las acciones se vendieron a ALL. A pesar de que un tribunal de Sao Paulo detuvo temporalmente la venta e inició un arbitraje, la empresa vinculada a Vinicius supuestamente tomó el control operativo del club de todos modos.
Además de esto, Vinicius también está vinculado al equipo portugués Alverca, lo que plantea más preocupaciones sobre los traslados de jugadores transfronterizos y la integridad competitiva. Una de esas instancias vio a un jugador, Rafael Conceicao, pasar cedido de Sao Joao del Rei a Alverca, una transacción que, según se informa, intensificó el interés de la FIFA en el caso.
¿Cuáles son las posibles consecuencias?
Según la queja, estas acciones pueden violar el Artículo 20 del Código de Ética de la FIFA y el Artículo 22 de las regulaciones deportivas de España, ambos destinados a prevenir conflictos de interés y mantener el equilibrio competitivo en el fútbol mundial.
“La sanción máxima por tal violación es una suspensión de dos años”, afirma Marca. Si bien una prohibición es la opción más severa sobre la mesa, también se están considerando otras penalizaciones, como multas financieras elevadas o una venta forzada de participaciones accionariales.
“Esta investigación de la FIFA y su resultado son de gran interés no solo para el jugador, sino también para todo el mundo del fútbol”, agrega el informe. “La descalificación de Vinicius podría afectar seriamente los planes del Real Madrid para las temporadas actuales y futuras”. Actualmente, la FIFA no ha emitido un fallo oficial, pero está revisando la queja. Todos los ojos están ahora puestos en el Comité de Ética y en qué precedente podría sentar este caso para el deporte.