Cómo salir de la miseria a mitad de carrera

Todo corredor de larga distancia ha estado ahí (incluso los mejores de los mejores): a mitad de carrera, en algún lugar en la nada, preguntándose por qué demonios se inscribieron en esto. Quizás tu estómago esté revoltoso, quizás tus piernas no respondan, quizás tu cerebro ha caído en un vacío de desesperación. El punto es que las cosas se desmoronaron—y aún no has terminado. Aquí está cómo salvar el día cuando tu carrera está yendo mal (y cuando deberías considerar que no vale la pena salvar).

El vómito castigador

La náusea es parte de la experiencia ultra, pero vomitar constantemente o no poder mantener nada en el estómago puede terminar tu carrera rápido. Primero, desacelera—en serio. El calor y el esfuerzo aumentan el malestar estomacal. Intenta tomar pequeños sorbos de agua o refresco de jengibre. Si has comido de más, deja de comer un rato y permite que tu estómago se reinicie. No intentes “comer a través de ello”. Dale un descanso a tu intestino, luego reintroduce calorías suavemente. A veces 20 minutos de caminar y agua es todo lo que se necesita para empezar a absorber combustible otra vez. ¿Aún no puedes controlarlo? Toma un descanso, enfría un poco más, y vuelve a intentar.

El agujero mental

Odias a todos, y desprecias esta carrera. Quieres llorar, rendirte, o ambas cosas. Esto no eres tú hablando—esto es tu cerebro en agotamiento. Ayuda alejarte: Piensa en una cosa buena, como el fantástico burrito de la línea de meta que te espera, o el tipo raro en el puesto de ayuda con pantalones cortos que te hace reír. Cambia pensamientos en espiral por pequeñas tareas: corre hasta el próximo árbol, moja tu gorra en el próximo arroyo. En palabras de la campeona ultra-trail australiana Lucy Bartholomew, “muerde muerde, sorbe sorbe” hasta la próxima estación de ayuda. Sacude tus brazos. Si estás muy hundido, prueba esto: sonríe (incluso si es falso), y di algo positivo en voz alta. Te sorprendería lo que eso puede hacer que las cosas cambien.

LEAR  HOKA Clifton 10 contra ASICS Novablast 5

Piernas cansadas

Spoiler: se supone que deben estar cansadas. Pero si sientes que no te queda nada, tómate un minuto para comprobar si realmente son tus piernas, o solo tu estado de ánimo. Reduce el ritmo, estírate, camina despacio, pero sigue moviéndote. Algunos de los mejores finales vienen después de una fase de “piernas muertas”—tu cuerpo puede sorprenderte.

Cuándo dar por terminado el día

Hay una diferencia entre incomodidad y peligro. Vomitar durante horas, visión borrosa, temblores incontrolables o signos de agotamiento por calor? Llama a esto, inmediatamente. Si continuar significa semanas de lesión o una visita al hospital, el DNF es lo más inteligente que hacer. Sacar el tapón también requiere agallas.
Pero si solo estás miserable, sabe que eso es normal. No te rindas en un lugar oscuro—llega a la próxima estación de ayuda y date una oportunidad para recuperarte. Algunos de los finales más orgullosos vienen no de tus tiempos más rápidos, sino de las carreras que casi (pero no) te aplastaron como un bicho.

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