El exsenador y expresidente de la Democracia Cristiana (DC) Andrés Zaldívar no comparte la decisión de la Junta Nacional de su partido, que el fin de semana se inclinó por respaldar la candidatura presidencial de la oficialista Jeannette Jara (PC). Asegura que no es por anticomunismo, pues en varios momentos clave su colectividad ha defendido el derecho de la tienda de Lautaro Carmona a participar en la política interna. Sin embargo, Zaldívar esperaba –y así lo planteó en el encuentro- que el falangismo tomara la decisión después de tener una propuesta parlamentaria beneficiosa para la colectividad, porque el número de cupos no es lo importante –asegura–, sino cuántos legisladores podrá obtener en realidad; pero, sobre todo, después de conocer el programa de la candidata.
En esta conversación con DF explica que lo que querían evitar, quienes piensan igual que él, en el partido, era dejar marginada a la DC y que pasara a ser “el vagón de cola” en la coalición oficialista. Pero, tal como sospechó que podría ocurrir “los posibles afectados, los que estaban más preocupados del resultado eran los parlamentarios o quienes podían ser parlamentarios. Ellos tuvieron un poder muy determinante y manejaron la junta”.
– Dice que es respetuoso de la democracia interna, pero ¿con qué no está de acuerdo?
– Yo planteé en la junta que primero nos preocupáramos de hacer el pacto electoral, desde las bases programáticas y, luego, en una junta posterior, nos pronunciamos sobre candidaturas.
– Muchos plantean que la DC va en retirada y que no influye. ¿Qué piensa de ese diagnóstico?
– Que es totalmente equivocado. Cómo no va a tener vigencia la Democracia Cristiana, cuando su norte es la democracia, la justicia social, las reformas sociales que están pendientes… Entonces, que un teórico diga que no tenemos ideas… hay otros que se dieron el gusto, el fin de semana, de decir que la Democracia Cristiana está muerta. Lo único que le voy a decir como democratacristiano, que ha dado testimonio durante toda su vida política, que la Democracia Cristiana, sus valores y sus principios están más presentes que nunca.
– Entonces, ¿cómo se explica que hace poco más de una década tuviera 38 diputados y ahora tenga cuatro?
– Eso yo no te lo niego. Pero si pasamos 17 años en dictadura, oprimido, reprimidos, yo fui al exilio y cuando derrotamos a Pinochet en el plebiscito, nació nuevamente la Democracia Cristiana. Entonces, la DC tiene que volver a ponerse de pie. Nosotros hicimos dos gobiernos de la Concertación y acompañamos a dos gobiernos de nuestro socio socialista e hicimos mucho; pero, efectivamente, nos dedicamos al poder y al gobierno y nos olvidamos de la relación con la gente.
– ¿Ese sería el mea culpa que hace como militante DC?
– Absolutamente. Porque hay que volver a estar con la gente, la tecnología es muy buena; pero hay que volver al “puerta a puerta”. Es mucho más entretenido ir a donde está la gente. Entonces, uno estaba en contacto con la gente. Ahora, la gente no está creyendo en los políticos, porque la política está desprestigiada, porque algunos se han preocupado de desprestigiarla. Ahora, Chile está pasando como por un terremoto y se requiere un gran esfuerzo nacional de todos, que dejemos nuestras luchas pequeñas y nos pongamos de acuerdo para solucionar los problemas más acuciantes.
– ¿Eso significa un gobierno nacional como el que plantea Pablo Longueira, con gente buena de todos los sectores?
– No sé lo de Pablo, pero que haya una capacidad de entendimiento en cosas básicas, como salud, vivienda, educación…
– ¿Fue una irresponsabilidad, o no, la renuncia de Alberto Undurraga tras el resultado de la junta?
– No le quedaba otra. Alberto tenía un pensamiento en el cual yo coincidía con él. Él hizo la advertencia y perdió la mayoría en la directiva, así llegó a la Junta Nacional. Y un presidente que no tiene mayoría en la directiva, mejor que se vaya para su casa. Creo que procedió en conciencia, como correspondía. Yo hubiera hecho lo mismo.
“El Partido Comunista chileno es el único Partido Comunista que no se ha modernizado”
– ¿Pensó en renunciar a la DC por la postura de la junta?
– No y mantengo mi convicción. No estaba en la otra postura por chacota, sino porque sigo convencido que se cometió un error. A lo mejor los otros tienen la razón. Lo único que te quiero decir es que espero que nos vaya bien, que ojalá tengamos un pacto electoral que nos dé fuerza como partido político, un programa de gobierno en el cual esté definido qué es lo que se va a hacer y lo que no.
– ¿Que no los engañen?
– En el fondo espero que no.
– Pero, ¿apoyar a Jeannette Jara ahora no facilita que la DC pueda meter mano en el programa?
– Hay que hacerlo. Lo he dicho, si el partido va a entrar ahora tiene que lograr una buena representación parlamentaria y un programa de gobierno en el que influya. Y que se respondan las preguntas que al país le interesan sobre todo tipo de dictaduras, de derecha y de izquierda; si están por la violencia; si están con la tesis de un pie en la calle y otro en La moneda o dos pies en La Moneda. Yo creo en ella como persona, pero tiene un partido que tiene una filosofía y yo creo que los comunistas son leales a su proceso.
– Algunos dicen que el PC se ha modernizado.
– Ellos están por la lucha de clases, lo dijo el hijo de Lautaro Carmona. Ese es un tema que tienen que contestar y en la segunda vuelta tiene que estar aclarado, porque si no la gente no va a votar.
– No hablemos de la gente en general, hablemos de usted… si eso no está respondido en la segunda vuelta, ¿quién le acomodaría más, Jara o Matthei?
– Puedo llegar a donde tenga que votar, sin decir nada. Voy a pensar en conciencia qué es lo que corresponde y a votar; y nunca voy a decir cómo voté. Pero puedo decir que soy contrario al marxismo leninismo.
– Le insisto, muchos dicen que el PC chileno se modernizó, que ya eso del marxismo leninismo no existe.
– El Partido Comunista chileno es el único Partido Comunista que no se ha modernizado; es el más conservador. Eso sí que lo puedo decir, no se ha modernizado, no es el eurocomunismo italiano. Por supuesto fui parte del gobierno de la Nueva Mayoría con el PC, pero la cabeza no era el PC y es distinto ser el capitán del barco que ser el marinero.
“Espero que la negociación parlamentaria sea justa para la Democracia Cristiana”
– Ha dicho que la DC tiene que lograr una buena representación parlamentaria en la negociación, ¿qué significa eso?
– Que espero que la negociación parlamentaria sea justa para la Democracia Cristiana, para tener la representación que le corresponde. Tenemos la oportunidad de pronunciarnos sobre eso en la próxima Junta Nacional y queremos también que nos precisen los puntos básicos del programa. Espero que le vaya bien al partido, aunque soy pesimista en cuanto al resultado.
– ¿Los 22 cupos que han trascendido, no sería justo?
– Nos pueden dar 100 cupos si quieren, pero si no me van a dar ni un electo, no sirve de nada. Este sistema tiene un tema, por eso es importante la omisión, porque cuando eres un partido pequeño, tus votos van a subsidiar a los más grandes; y sólo te llega lo que rebalsa del más grande. Tú estás dependiendo un poco de lo que caiga, las migajas que salten. Entonces el partido tiene que tener la seguridad de que tiene pactos que le permitan lograr un buen resultado, pactos por omisión. O un número de candidatos que le permitan tener una votación que asegure la elección de al menos cinco.
– Se ha hablado de la falta de liderazgos en la DC. ¿Qué responsabilidad le asigna en eso a quienes se fueron a formar otros partidos?
– Personalmente creo que se equivocaron. Si estoy en mi partido y he perdido una votación, voy a hacer el esfuerzo para que se corrija. Pero irse es como abandonar el barco cuando se está hundiendo. Y no voy a decir el dicho duro sobre quienes son los que primero arrancan del barco cuando se está hundiendo… Lo que creo que pasó, por qué mucha gente se fue, porque en el partido no se practica muchas veces lo que nos enseñó (Jacques) Maritain, que es la amistad cívica, que no es otra cosa que cuando tú tienes una diferencia con el otro, no lo transformes en un enemigo.
– ¿Le preocupa o le da miedo una segunda vuelta entre Jara y José Antonio Kast?
– Que va a ser una realidad.
– Da por hecho que ellos van a protagonizar la segunda vuelta.
– Por donde lo mires… aunque en política muchas veces se producen hechos que uno no controla…
– ¿Cree que Kast podría atraer votos de centro?
– Hay que pensar que estamos en un mundo electoral absolutamente variable, movible y que Kast ya está más o menos determinado. Lo de Jeannette Jara es una expresión de lo que podían tener dentro de lo que es el mundo de la izquierda, incluyendo el Socialismo Democrático. Y la gente, en el mundo de la derecha actúa muchas veces por miedo; entonces en estos 120 días vamos a ver una campaña durísima, desde el punto de vista del temor; de crítica al Gobierno, claro. Yo estoy convencido de que va a ganar la derecha.
– ¿La Democracia Cristiana votaría por Kast?
– Capaz que la gente que nos acompaña, puede ser, pero nuestros militantes pueden tener cualquier opción, más bien hacia el centro.