El título de la novela del escritor colombiano, Gabriel García Márquez, “Crónica de una muerte anunciada”, bien podría describir la situación en torno a la exsuperintendenta de Seguridad Social (Suseso), Pamela Gana, a quien este lunes en horas de la tarde el Ministerio del Trabajo le solicitó la renuncia, según informaron a través de un comunicado.
Una salida que se concreta a casi un mes desde que la Contraloría General de la República revelara el mal uso de los reposos de las licencias médicas por parte de más de 25 mil funcionarios, reporte que desató una de las mayores crisis reputacionales del sector público y que puso a la Suseso en el ojo del huracán, siendo cuestionada por su rol tanto por la ciudadanía como por el Congreso.
Una solicitud de renuncia que, a ojos de varios, “se veía venir” y en la cual habría pesado el rol de la entidad en el denominado caso licencias -aunque el comunicado no lo mencione-, en especial luego de la exposición que la exautoridad realizó el pasado 4 de junio ante la comisión de Salud del Senado por el escándalo, la cual más que ayudar a controlar la crisis la habría agudizado.
En dicha exposición Gana fue tajante, y reiteró que, de acuerdo a la normativa, son las isapres y la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) “las entidades que deben fiscalizar a las personas trabajadoras y su cumplimiento de reposo”.
De acuerdo con fuentes cercanas a la cartera liderada por Giorgio Boccardo y la subsecretaría de Previsión Social, el problema de la exposición de Gana habría sido el tono utilizado por ella.
Al interior de la cartera existe una crítica mirada respecto a sus declaraciones en el Congreso, en las que, dicen, hubo “ausencia de mea culpa, muy poca autocrítica de las cosas que se podrían haber hecho mejor”.
Y es que si bien al interior del Ministerio del Trabajo son conscientes de que parte importante de la crisis pasa por la Compin y las isapres, no hubo una positiva valoración respecto a las declaraciones que la exautoridad realizó ante el Senado.
De hecho, los senadores integrantes de dicha comisión tampoco quedaron satisfechos con las palabras de Gana. Juan Luis Castro (PS), Iván Flores (DC) y Ximena Rincón (Demócratas), ese día, en más de una oportunidad, tomaron la palabra y solicitaron a la entonces superintendenta ser más crítica con la labor realizada, recriminándole, por ejemplo, que nunca se usara el convenio entre la Policía de Investigaciones y la Suseso para intercambiar información sobre viajes al extranjero en períodos de reposo.
Una mala evaluación a la que días después se sumó un nuevo antecedente: los resultados de una auditoría realizada por la Contraloría a los aspectos tecnológicos que respaldan el proceso de tramitación de investigaciones instruidas por la Suseso, la cual arrojó desregulación del sistema, excesivos plazos de tramitación y usuarios fallecidos con cuentas activas, entre otros.
Estos antecedentes finalmente llevaron al Ministerio del Trabajo y a La Moneda a solicitar la salida de Gana por “pérdida de confianza”.
“La señora Gana no tenía ninguna posibilidad de seguir en el cargo, por cuanto nunca asumió la responsabilidad de no haber hecho la pega. Una pega crítica, fundamental, para hacer que las instituciones que tienen que fiscalizar la entrega de los subsidios y que se usen correctamente, como es el caso de las licencias médicas, se haga. Suseso no hizo la pega”, dijo el presidente de la comision de Salud del Senado, Iván Flores.
DF contactó al equipo de comunicaciones de Gana pero no hubo respuesta.
Subrogancia de la Superintendencia
De acuerdo con el comunicado enviado por el Ministerio del Trabajo, asumirá la subrogancia legal de la entidad la fiscal de la Superintendencia de Seguridad Social, Patricia Soto.
La información finalizó señalando que la citada cartera respetará los procesos de Alta Dirección Pública (ADP) para el pertinente reemplazo según dictamina el Servicio Civil.