Un hombre armado con un fusil de asalto mató a cuatro personas en el interior de un rascacielos de Manhattan que alberga la sede de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés) y oficinas de varias grandes firmas financieras y luego se suicidó de un disparo, informaron el lunes las autoridades de Nueva York.
Una de las cuatro víctimas mortales del tiroteo era un agente de 36 años del Departamento de Policía de Nueva York que emigró a Estados Unidos desde Bangladés. El alcalde Eric Adams describió al agente, que llevaba en el cuerpo unos tres años y medio, como un “verdadero héroe”.
Las autoridades ofrecieron pocos detalles sobre las otras tres víctimas asesinadas por el sospechoso: dos hombres y una mujer. Un tercer hombre resultó gravemente herido por los disparos y estaba “luchando por su vida” en un hospital cercano, dijo el alcalde.
La comisaria de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, dijo que el pistolero, identificado como Shane Tamura, de 27 años, residente en Las Vegas y con antecedentes de enfermedades mentales, había cruzado el país en coche hasta Nueva York en los últimos días.
Se cree que el atacante actuó solo y los investigadores aún no han determinado el posible motivo del tiroteo, dijo Tisch a los periodistas en una rueda de prensa nocturna.
“El mal en estado puro llegó al corazón de nuestra ciudad y golpeó a personas inocentes y a uno de nuestros policías que protegía a esas personas”, dijo en la rueda de prensa Patrick Hendry, presidente de la Asociación Benévola de Policías de la Ciudad de Nueva York.
El policía asesinado, Didarul Islam, padre de dos hijos y cuya esposa está embarazada de un tercero, trabajaba en ese momento como parte de un programa de la policía de Nueva York que permite a sus patrulleros uniformados ser asignados como personal de seguridad en establecimientos comerciales.
El tiroteo en hora punta de la tarde comenzó en el vestíbulo de la torre de Park Avenue, en el centro de Manhattan, y luego se trasladó a las oficinas del piso superior de una empresa de gestión cuando el sospechoso tomó el ascensor hasta el piso 33. El derramamiento de sangre llegó a su fin cuando el pistolero se disparó mortalmente en el pecho, dijo Tisch a los periodistas.
