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Como dicen ahora, Claudia Sheinbaum acaba de dar una lección magistral en negociación política con alguien que tiene una gran influencia.
Sabemos la importancia de México como socio comercial de Estados Unidos y viceversa. Lo que Donald Trump solicitó no parece descabellado, además de que Sheinbaum también incluyó una solicitud en la negociación que Trump no menciona, pero que ella sí comunica a través de X, donde Elon Musk, socio de Trump, tiene interés.
Detener la migración ilegal y combatir el narcotráfico es lo que básicamente pidió el presidente estadounidense, algo que no parece mal en absoluto, y que seguramente muchos mexicanos también apoyan. Vivir constantemente con el temor de las peleas entre cárteles, el cobro de piso y otras situaciones, no debería ser la normalidad en muchas ciudades de nuestro país. Lo que está ocurriendo en Sinaloa con Rubén Rocha no es normal en absoluto. Lo que sucede en la frontera con Estados Unidos tampoco es normal.
Es complicado tener que pensar en cómo moverse dentro del país cuando células del crimen organizado buscan formas de hacer “negocios” que van más allá del tráfico de drogas. Tanto terroristas como criminales, no es aceptable que la gente viva con miedo y que la violencia sea parte de la vida cotidiana.
Dejar atrás la política de “abrazos, no balazos” parece ser el primer paso hacia un México en paz.
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Lo que solicitó la presidenta Sheinbaum es parte esencial de la lucha contra la delincuencia organizada en el país, detener la importación ilegal de armas de alto poder que llegan a manos de los criminales. El control sobre las armas con las que los delincuentes enfrentan a las autoridades es de suma importancia.
Así como los estadounidenses creen que controlando el inicio de la cadena de distribución de drogas, que supuestamente ocurre en México, los mexicanos necesitan detener la importación ilegal de armas. Sin armas, la capacidad de agresión hacia la gente sería mucho menor.
Es muy difícil para las autoridades luchar contra aquellos que usan armas cuando las del crimen organizado son superiores y más modernas que las que poseen la policía o el ejército. Sabiendo que estas armas provienen de Estados Unidos, detener ese flujo de armas hacia nuestro país sería un gran avance, haciendo la lucha más equitativa y, con el tiempo, dejándolos sin capacidad para enfrentar a las fuerzas armadas de México.
Desde cualquier punto de vista, este acuerdo es beneficioso para ambas naciones.
El gobierno mexicano tendrá que implementar filtros similares en la frontera sur del país, que es más pequeña y, esperemos, más controlable. Si esta es la puerta de entrada a México y Estados Unidos, ¿por qué no tener un mejor control?
Siendo honestos, México no debería ser un puente entre Estados Unidos y Centroamérica y Sudamérica. Muchos de estos migrantes se quedan en México y generan problemas, utilizando recursos que podrían destinarse al bienestar de la población mexicana. No podemos ser tan permisivos con esto, ¿no crees?
Para aquellos que critican a la presidenta, creo que les ha dado una gran lección y si esperaban que se sometiera, están equivocados. El himno “mexicanos al grito de guerra” es simbólico, no obligatorio.
Si se trata de someterse, pregúntenle a Trudeau cómo le fue en las dos llamadas con Trump, ahí sí parece haber sumisión.
¡Ánimo!
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