La consultora chilena Matrix Consulting llevó a cabo un análisis de la oferta de 560 planes de isapres comercializados en marzo de 2025 y su relación con los prestadores de salud. El objetivo era mapear el escenario de la industria después de la entrada en vigor de la Ley Corta y la pérdida masiva de afiliados que sufrieron las aseguradoras entre 2019 y 2024, perdiendo un 23% de su cartera.
Antes de la Ley Corta, las isapres enfrentaban incertidumbre y presión en sus márgenes, cerrando los años 2023 y 24 con pérdidas. Esto las llevó a reducir costos, ofreciendo planes con menor cobertura para prestadores con aranceles altos, incentivando a los pacientes a elegir opciones más económicas. Sin embargo, se observa un cambio de tendencia que permitirá negociar aranceles más altos y ofrecer planes orientados a pacientes de altos ingresos.
Enfoques de los prestadores
Según el análisis, Clínica Indisa y el Hospital Clínico UC son los líderes en presencia como prestadores preferentes, incluidos en el 53% de los planes de salud. Por otro lado, Clínica Cordillera, el Hospital Clínico Universidad de Chile y Clínica Alemana de Santiago tienen la menor presencia en la Región Metropolitana.
Matrix identificó que algunos prestadores se enfocan en segmentos socioeconómicos específicos, mientras que otros apuntan a un público más amplio. Algunos diferencian su estrategia según la ubicación geográfica de sus centros de salud. Además, algunos prestadores han desarrollado sus propias aseguradoras para controlar el ciclo financiamiento-prestación y generar una base de pacientes recurrentes.
La contención de costos fue una estrategia utilizada para depender menos del aseguramiento privado y poder operar en la Modalidad de Libre Elección (MLE) de Fonasa. Muchas clínicas han puesto a prueba su eficiencia atendiendo en MLE o participando en licitaciones de listas de espera.
¿Qué viene tras la Ley Corta?
Desde Matrix consideran que el nuevo escenario ha vuelto a hacer atractivas a las isapres, transmitiendo más seguridad a sus potenciales afiliados. Sin embargo, el sistema de salud muestra una mayor preponderancia de lo público, por lo que las isapres deberán reencantar a sus afiliados con sus ventajas, como la posibilidad de elegir al prestador y menores tiempos de espera.
Ávila y Charlin sostienen que las isapres enfrentarán el desafío de equilibrar la captación de más afiliados con la gestión de preexistencias, ya que muchos jóvenes optan por Fonasa al estar sanos, pero valorarán un acceso rápido al prestador cuando presenten condiciones de salud.