Para Jorge Cáceres, el Seremi de Energía del Biobío, el atentado contra la Central Hidroeléctrica Rucalhue no fue simplemente “una taza de leche”. Sus declaraciones durante el foro “Agenda Económica 2025” organizado por el Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade) causaron revuelo, ya que comparó la situación en la zona con una taza de leche, argumentando que, a pesar de los eventos recientes, el país en su conjunto es relativamente tranquilo. Sin embargo, sus palabras le jugaron en contra y terminó renunciando después de una reunión con el delegado presidencial de la región, Eduardo Pacheco.
En dicho foro, Cáceres afirmó que, desde una perspectiva nacional e internacional, el país es como una taza de leche, incluso cuando él mismo puede caminar por la calle a altas horas de la madrugada sin ningún problema. Estas declaraciones contrastan con la realidad de lo sucedido el pasado domingo, cuando 51 vehículos de la Central Hidroeléctrica Rucalhue, una importante inversión china de unos US$350 millones, fueron incendiados en un acto calificado por el Gobierno como terrorista.
El impacto de sus palabras en el contexto de un evento empresarial generó controversia y llevó a su renuncia, evidenciando la falta de conexión entre la percepción que él tenía de la situación y la gravedad de los eventos ocurridos en la región del Biobío. Su comparación de la tranquilidad del país con una taza de leche se vio desmentida por la violencia del atentado contra la central hidroeléctrica, lo que finalmente resultó en su salida del cargo.