El primer ministro, Eduardo Arana, confirmó que se aprobó en la PCM la designación de Gustavo Adrianzén como nuevo representante permanente del Perú ante la ONU.
Arana recalcó que el ex premier cuenta con todas las cualidades suficientes para estar en dicho cargo y señaló que la propuesta fue hecha por el canciller Elmer Shialer.
«Es una propuesta que hemos recibido de Cancillería y que consideramos muy atinada; esperamos que el desempeño que pueda asumir el señor Adrianzén en las Naciones Unidas sea tan exitoso como el que realizó ante la OEA», señaló el primer ministro en conferencia de prensa.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Shialer, destacó que la propuesta presentada por su cartera fuera aprobada por unanimidad y recalcó que Adrianzén tiene formación diplomática que se requiere para el puesto.
«Esto ha sido sometido al Consejo de Ministros, que lo aprobó por unanimidad. Como ya se señaló, el señor Adrianzén tiene todas las credenciales y capacidades académicas, experiencia política sin duda alguna, pero también diplomática y formación en los aspectos multilaterales que se requieren para el puesto… es un funcionario de gran valía no solo para este gobierno, sino para el Perú», remarcó el canciller.
CRÍTICA
El excanciller Javier González-Olaechea criticó la designación, señalando que debió recaer «en una persona con las competencias indispensables para ejercer tan importante cargo».
«Hoy, competencias indispensables son: ser diplomático experto en asuntos multilaterales o internacionalista con experiencia multilateral por la amplísima agenda temática y la gravedad de los recurrentes conflictos internacionales; hablar y escribir, al menos, en inglés y francés, idiomas oficiales y predominantes en las sesiones formales, en los pasillos y en los múltiples eventos sociales y políticos donde con frecuencia se negocian y definen asuntos clave para la humanidad y para el Perú», refirió en un pronunciamiento dirigido a Dina Boluarte.
Añadió que «la designación de un embajador implica la salida de otro, resultando un alto costo para el Estado por tan corto tiempo».
En ese sentido, dejó en claro que «una embajada no debe ser un premio político y menos en el curso de un proceso electoral».
Advirtió que este nombramiento podría ser asumido por el Congreso como un nuevo acto de confrontación y poner en peligro el voto de confianza al gabinete Arana.
Consideró que no se debió «enervar los ánimos parlamentarios y menos cuando el señor Arana solicitará el voto de investidura ante el Congreso de la República».
«Los intereses permanentes del país deben estar siempre por encima de cualquier otra consideración y solo así el Perú y su gobierno podrán alcanzar los objetivos que nuestra política exterior requiere», concluyó.
Adrianzén vuelve a EE.UU.
Gustavo Adrianzén, antes de asumir la presidencia del Consejo de Ministros en marzo del año pasado, estuvo un año como representante peruano ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) durante el gobierno de Dina Boluarte.
El ex premier renunció a su cargo el pasado 13 de mayo ante la inminente censura que iba a aprobar el Congreso en su contra debido a «su fracaso en la lucha contra la inseguridad ciudadana, la falta de liderazgo y/o idoneidad para solucionar la problemática de la delincuencia en el Perú».