El dólar comenzó a la baja en la segunda mitad de junio, con múltiples decisiones de bancos centrales por delante, y mientras los inversionistas se deshacen de buena parte de los temores geopolíticos que marcaron el cierre de la última semana, observando señales positivas en la evolución del conflicto en Medio Oriente.
La paridad dólar-peso caía $ 8,8 a $ 933, que son mínimos de la sesión en la mañana de este lunes, después de subir más de $ 10 el viernes en las pantallas de Bloomberg, debido a una esclada de la tensión en Medio Oriente por los ataques entre Israel e Irán.
El descenso de hoy llega en línea con una progresiva distensión de los mercados internacionales, donde el dollar index retrocedía 0,5% a 97,7 puntos y el oro disminuía 1,2%, mientras el cobre Comex subía 0,2% a US$ 4,88 por libra y los precios del petróleo caían alrededor de 4%.
Bajan los temores
Y mientras tanto, aunque Irán e Israel han seguido intercambiando ataques con misiles durante el fin de semana, ha disminuido la preocupación de que el conflicto escale a palabras mayors.
Más todavía después de que, según un artículo del Wall Street Journal, Irán envió mensajes a través de intermediarios árabes a Israel y Estados Unidos señalando que busca terminar las hostilidades, y que se encuentra abierto a iniciar negoicaciones, siempre y cuando Washington no se una a los enfrentamientos.
“La evolución de los precios pone de relieve que los participantes en el mercado están relativamente tranquilos en la coyuntura actual, pensando en que es poco probable que el conflicto altere significativamente las cadenas de suministro mundiales y el suministro de petróleo”, escribió temprano el economista sénior de divisas de MUFG, Lee Hardman.
Un alto comandante de la guardia revolucionaria afirmó que se está estudiando cerrar el estrecho de Ormuz, por el que pasa alrededor del 26% del comercio mundial de petróleo. Sin embargo, “los participantes en el mercado se muestran escépticos ante la posibilidad de que Irán adopte tal medida, ya que le impediría exportar su propio petróleo”, observó Hardman.
De acuerdo con reportes de medios de prensa, Israel no parece haber atacado los yacimientos petrolíferos ni las instalaciones de envío de crudo de Irán.
Así arranca una semana que estará llena de decisiones de política monetaria: el Banco de Japón y el Banco Central de Chile publicarán mañana martes, la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra el miércoles, y el Banco Nacional de Suiza con el Norges Bank el jueves.
“Nuestra mayor conclusión de las últimas reuniones de la Fed es que el comité pareciera estar paralizado por la incertidumbre de las perspectivas. Dado que esa incertidumbre no se ha resuelto en las últimas semanas, vemos pocas razones para que el mensaje de la Fed cambie. Por lo tanto, nuestra hipótesis de base para el anuncio de tasas y la conferencia de prensa es otra ronda de comunicaciones de esperar y ver”, dijo el head de estudios macroeconómicos de Monex, Nick Rees.
En otras noticias, China publicó algunas cifras económicas: las ventas minoristas superaron los pronósticos, con una variación de 6,4% interanual (versus el consenso de 4,9% en Bloomberg), mientras que la producción industrial estuvo levemente por debajo, al registrar un avance de 5,8% (versus 6%). En tanto, las cifras inmobiliarias siguen dando cuenta de la persistente depresión de este mercado.
“Los datos chinos de mayo fueron mixtos, con unas ventas minoristas sólidas, pero cifras débiles en la inversión en activos fijos y el precio de la vivienda. En general, sin embargo, los datos sugieren que China sigue en camino de alcanzar su objetivo de crecimiento en el primer semestre de 2025”, publicó el economista jefe para China continental en ING, Lynn Song.