En una publicación en su red social Truth el miércoles, el presidente estadounidense celebró el avance alcanzado en las conversaciones bilaterales en Londres la noche anterior.
El acuerdo reactivó una tregua comercial pactada en Ginebra el mes pasado, que posteriormente fracasó debido a las diferencias sobre las exportaciones chinas de tierras raras y los controles estadounidenses a las exportaciones.
“Nuestro acuerdo con China está cerrado, sujeto a la aprobación final del Presidente Xi y mía”, declaró Trump, añadiendo que el acuerdo permitiría a China suministrar tierras raras “por adelantado”.
Aseguró que Estados Unidos cumpliría con sus compromisos, incluyendo el uso de “estudiantes chinos en nuestras universidades”, pero no mencionó los controles a las exportaciones de chips.
Un alto funcionario de la Casa Blanca indicó a principios de semana que Trump podría flexibilizar las restricciones a la venta de chips a China si Beijing accedía a acelerar la exportación de tierras raras.
Esto representaría un cambio de política significativo con respecto a la administración del expresidente Joe Biden, que implementó lo que se denominó un enfoque de “pequeño patio, gran vallado” para restringir la capacidad de Beijing de obtener tecnología estadounidense que podría ser utilizada para ayudar al ejército chino.
Al testificar ante el Senado el miércoles, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró: “Si China corrige el rumbo y mantiene su parte del acuerdo comercial inicial que definimos en Ginebra el mes pasado, será posible un reequilibrio significativo y positivo entre las dos economías más grandes del mundo”.
Fortalecimiento de lazos bilaterales
Li Chenggang, viceministro de Comercio de China, describió las conversaciones de Londres como “racionales, profundas y sinceras”, y afirmó que las partes acordaron implementar el consenso alcanzado en Ginebra y en una llamada telefónica entre Trump y Xi la semana pasada, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Expresó su esperanza de que los avances logrados en Londres “contribuyan al fortalecimiento de la confianza entre China y Estados Unidos”.
El índice CSI 300 de China, compuesto por acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen, cerró con una subida del 0,8% el miércoles. Los futuros que siguen al S&P 500 subieron un 0,4%.
Ambos países acordaron en Ginebra el mes pasado reducir drásticamente sus respectivos aranceles en 115 puntos porcentuales y otorgaron un plazo de 90 días para resolver la guerra comercial.
Sin embargo, el alto el fuego se vio presionado después de que Washington acusara a Beijing de incumplir un acuerdo para acelerar la exportación de tierras raras, mientras que China criticó los nuevos controles de exportación estadounidenses.
Las conversaciones de esta semana para resolver el impasse se celebraron en la histórica mansión Lancaster House, en el centro de Londres, a pocos pasos del Palacio de Buckingham, cedida por el gobierno británico como terreno neutro para las conversaciones.
Durante los dos días, el equipo estadounidense incluyó a Bessent, al secretario de Comercio Howard Lutnick y al representante comercial estadounidense Jamieson Greer, mientras que la delegación china estuvo encabezada por He Lifeng, viceprimer ministro responsable de la economía.