El agua también se gestiona en femenino

Las mujeres son el pilar invisible de la seguridad hídrica: técnicamente competentes, económicamente estratégicas y socialmente indispensbles.

Chile enfrenta hace más de 15 años una crisis hídrica que impacta de forma desigual. En zonas rurales, las mujeres asumen múltiples roles: son quienes gestionan el uso doméstico del agua, lideran comités y cooperativas, y mantienen en pie los sistemas de Agua Potable Rural (APR) y Saneamiento Sanitario Rural (SSR), esenciales para miles de familias.

Acorde a datos recogidos en el estudio “Mujeres rurales y gestión del agua: hacia una seguridad hídrica con enfoque de género en Chile”, del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), muchas mujeres están al frente de la operación de estos sistemas, resolviendo problemas de caudal, presión o tratamiento del agua.

Algunas impulsan soluciones innovadoras, como tecnologías de monitoreo, reutilización o almacenamiento, adaptadas al contexto local. Esto permite fortalecer la gobernanza hídrica con una mirada integral y con pertinencia territorial.

Este protagonismo técnico y territorial contrasta con cifras de participación en sectores estratégicos. Por ejemplo, en minería (que trabaja en múltiples proyectos comunitarios), solo el 21,8% de la dotación son mujeres, aunque esta cifra ha mejorado en los últimos años. Promover su participación en proyectos de agua no solo es justo, también es eficiente: los liderazgos femeninos muestran mejor desempeño técnico, sostenibilidad y mayor impacto comunitario.

Acorde a estudios del CR2 y experiencias documentadas por Fundación HBS, son muchas las dirigentas que se han organizado para proteger fuentes de agua, asegurar el suministro en temporadas críticas o exigir transparencia en la toma de decisiones. Su rol permite sostener redes de colaboración y crear vínculos con instituciones públicas o empresas privadas que pueden aportar recursos y tecnología.

LEAR  “Si Delia Espinoza no deja entrar a Benavides, incurrirá en un delito”Christian Salas, defensor legal de Patricia Benavides, compartió sus sensaciones tras la decisión de la Junta Nacional de Justicia de reponer a su defendida en el cargo de fiscal de la Nación. Dijo que si Delia Espinoza no acata la medida cometerá delito. “Si Delia Espinoza no la deja ocupar su cargo, incurre a un delito clarísimo de omisión de acto funcional o resistencia a la autoridad. Nosotros tenemos que exigir el cumplimiento de una decisión incuestionable. “Este caso va a quedar para el estudio de muchas generaciones de abogados y para la formación de fiscales, pues este es el mejor ejemplo de una causa justa”, señaló. Asimismo, indicó: “Desde que asumimos este caso, desde los diversos frentes, partimos de la convicción que se había generado un atropello, no solo en contra de Patricia Benavides, sino que también en contra del Ministerio Público“. Del mismo modo, indicó: “Esto fue un complot nacido en EFFICOP, que denunciamos a través de acciones públicas. Una situación totalmente irregular”. En esa línea, Juan Peña, el otro defensor legal de Patricia Benavides, dijo que sabían que la iban a reponer en el cargo. “Hemos hablado con ella lo de la notificación. Sabíamos que en algún momento iba a pasar, ya sea con la junta o el TC, porque era lo que correspondía, no había otra decisión. Esto en algún momento iba a suceder”, expresó. Por otro lado, el abogado de Benavides resaltó que su cliente tenía que ser fiscal de la Nación por tres años; es decir, hasta el 1 de julio del 2025. “Ellos tomaron la decisión de poner en el cargo a la doctora Benavides hasta el 1 de julio del 2025, por lo que, por ley, lo que toca es que ella asuma el cargo de fiscal de la Nación hasta el 1 de julio de este año”, puntualizó. Finalmente, indicó que, si el tiempo de permanencia de su defendida como fiscal de la Nación entra en discusión, la decisión final será tomada entre los fiscales supremos.

Solo el 14 % de las mujeres rurales acceden a educación técnico-profesional vinculada a sectores como energía, agua o minería. Revertir esa cifra es una oportunidad. Ampliar su acceso a formacion, incentivar su contratación en proyectos hídricos, y visibilizar su rol en la gobernanza local es una tarea urgente.

La seguridad hídrica requiere soluciones técnicas, sí, pero también liderazgo humano. Y en Chile, ese liderazgo muchas veces tiene rostro de mujer. Apostar por ellas es apostar por un futuro con agua, equidad y resiliencia.