El Banco Mundial ajustó levemente a la baja sus expectativas para la economía chilena de este año.
De acuerdo a su último informe de Perspectivas Económicas Mundiales, el organismo prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile crecerá 2,1% en 2025, un leve ajuste desde el 2,2% proyectado en enero. En tanto, para el próximo año sigue manteniendo que se expandirá 2,2% y 2,1% en 2027.
Esto difiere de las últimas proyecciones de la OCDE de 2,4% para el actual ejercicio y está por encima del 2% del FMI.
Esto en un contexto de incertidumbre global y tensiones comerciales en el que se espera que la economía mundial se desacelerará desde el 2,8% del año pasado a 2,3% en 2025, casi medio punto porcentual por debajo de la tasa prevista a principios de año.
Además, advierten que el mundo se encamina a la peor racha de bajo crecimiento desde 2008 sin considerar las recesiones.
El economista en jefe y vicepresidente sénior de Economía del Desarrollo del Grupo Banco Mundial, Indermit Gill, indicó que las economías en desarrollo han ido a la baja durante tres décadas.
“Esto sigue la trayectoria de crecimiento del comercio mundial, que ha caído de un promedio del 5% en la década de 2000 a alrededor del 4,5% en la de 2010, y a menos del 3% en la de 2020. El crecimiento de la inversión también se ha desacelerado, pero la deuda ha subido a niveles sin precedentes”, dijo.
El resto de la región
A nivel regional, el Banco Mundial estima que el crecimiento se mantendrá estable en un 2,3% en 2025 antes de afirmarse hasta llegar a un promedio de 2,5% en 2026 y 2027.
Por país, México tuvo la mayor revisión a la baja con 1,3 puntos porcentuales y se espera que este año tenga una leve expansión de 0,2% y 1,1% en 2026.
En el caso de los vecinos de Chile, Brasil tendrá un crecimiento de 2,4% en 2025 y de 2,2% en 2026; Argentina de 5,5% y 4,5%, respectivamente en cada año; Colombia de 2,5% y 2,7%; y Perú de 2,9% y 2,5%.
A pesar de las dificultades económicas de este año, se espera que la región se recupere en los próximos debido a una disminución de la inflacion y una consolidación fiscal exitosa. Sin embargo, quedan factores internacionales que influirán en el desempeño.
Entre los principales riesgos, se señala que una desaceleración más pronunciada de lo previsto en el crecimiento de Estados Unidos disminuiría considerablemente la demanda de bienes y servicios de los países latinoamericanos.
En tanto, un menor crecimiento en China podría hacer bajar la demanda de productos básicos, especialmente cobre de Chile y Perú, que es un importante insumo para el sector de energía renovable de China.