El dólar-peso comenzó la semana al alza debido a la desescalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, gracias a los acuerdos alcanzados por ambas potencias durante el fin de semana, lo que favorece a la divisa estadounidense.
La paridad local subió $ 3 alcanzando los $ 940,2 en las primeras operaciones del día, después de haber caído más de $ 10 la semana pasada, según el registro de Bloomberg.
Tras las conversaciones en Suiza, Washington y Beijing acordaron reducir los aranceles durante los próximos 90 días. Las tarifas estadounidenses pasarán de 145% a 30%, y las chinas de 125% a 10%. China también anunció que suspenderá o cancelará las medidas no arancelarias adoptadas contra EEUU.
Beneficiado por la mayor confianza en la potencia norteamericana, el índice del dólar repuntó un 1,3% a 101,6 puntos, aunque aún está a medio camino de recuperar sus niveles de marzo. La mayoría de las divisas emergentes se debilitaron frente al dólar, mientras que los precios del cobre subieron ligeramente.
“Esperaríamos más de lo que estamos viendo hasta ahora esta mañana: que el dólar avance frente a las principales divisas del G10 -como el yen, el franco suizo y el euro-, pero que tenga un rendimiento inferior al de las divisas commodity con alta sensibilidad a los movimientos del mercado”, escribió el jefe de estudios para la región EMEA y activos internacionales en MUFG, Derek Halpenny.
La recuperación del dólar global va de la mano con mejores retornos de los depósitos estadounidenses, al disiparse los temores de recesión. La tasa soberana a dos años aumentó 10 puntos base, lo que indica que se espera que la Reserva Federal reduzca su tasa oficial dos veces este año en lugar de tres.
“El peso chileno se enfrenta a fuerzas contrapuestas, lo que podría provocar una fluctuación de la moneda a corto plazo”, escribió hoy el estratega de divisas de Latinoamérica de Bloomberg Intelligence, Davison Santana.
“La sólida demanda de cobre y una actividad económica mayor de lo previsto proporcionan un apoyo crucial, pero la persistencia de un bajo carry, el limitado apetito de los inversionistas extranjeros y una posible postura más restrictiva de la Fed hacen difícil una apreciación significativa”, analizó.
Atención al IPC
Mañana martes será un día importante para calibrar las expectativas de tasas, ya que en EEUU se dará a conocer el IPC de abril, para el que se espera un repunte del 0,3% mensual tanto en la serie principal como en la subyacente (sin alimentos y energía), lo que mantendría las tasas estables en 2,4% y 2,8% respectivamente en las mediciones interanuales.
“¿Qué pasaría con el dólar global si la inflación sorprende al alza, mostrando un impacto arancelario antes de lo esperado? En la mayoría de las demás condiciones, la reacción sería positiva para la divisa, pero no estamos seguros en este caso”, planteó el estratega de divisas de ING, Francesco Pesole.
“Los mercados ya han reducido las expectativas de relajación de la Fed a solo 62 puntos básicos para finales de año, con un primer recorte programado solo en septiembre. El margen de maniobra es limitado, y una combinación de IPC e IPP al alza podría aumentar el riesgo de estanflación y perjudicar al dólar a corto plazo”, estimó.