El Perú ha dado un golpe contundente al crimen organizado al promulgar una ley que establece la cadena perpetua para aquellos que recluten menores para actos de sicariato, narcotráfico y otros delitos graves.
La presidenta Dina Boluarte firmó esta medida histórica antes de su viaje a Roma para la entronización papal.
La norma modificó el Código Penal (artículo 129-Q) estableciendo penas escalonadas, desde 8 años por captación básica hasta la cadena perpetua cuando el reclutador abuse de su autoridad familiar o posición.
Los delitos más graves como el sicariato o narcotráfico tendrán ahora condenas de 12 a 25 años.
«Ningún criminal escapará», señalaron fuentes oficiales, destacando que la ley protege especialmente a menores coaccionados mediante violencia o engaño.
El texto especifica que la cadena perpetua se aplica cuando se utiliza parentesco o cargo para reclutar niños en organizaciones criminales.
Esta acción legal responde al aumento de casos donde bandas usan menores como «carne de cañón».
El Ministerio Público reportó 328 casos de reclutamiento infantil para crimen organizado solo en 2024, cifra que motivó esta respuesta drástica del Estado.
La promulgación ocurrió horas antes del viaje presidencial al Vaticano, demostrando la prioridad del gobierno en seguridad ciudadana.
La norma ya está vigente y será aplicada inmediatamente por el Poder Judicial.