El Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins, de la red EsSalud, se ha posicionado como uno de los pocos centros en el país que emplea de manera rutinaria la tecnología ECMO (siglas en inglés de Extracorporeal Membrane Oxygenation), un dispositivo de soporte vital que actúa como “corazón y pulmón artificial” para pacientes que enfrentan un riesgo inminente de muerte debido a fallas respiratorias o cardíacas graves.
Una encuesta a nivel nacional de Aldeas Infantiles SOS Perú advierte que 9 de cada 10 niños, niñas y adolescentes cree que los riesgos digitales los pueden llevar al suicidio.
Este sistema de alta complejidad permite extraer la sangre del paciente, oxigenarla externamente a través de una membrana especializada y devolverla ya purificada al cuerpo, dándole un respiro al organismo para que se recupere sin el desgaste propio del esfuerzo respiratorio o circulatorio.
El doctor Carlos Alberto Lescano Alva, médico intensivista del Rebagliati, detalló que el ECMO se utiliza principalmente en dos situaciones críticas:
Cuando los pulmones no pueden oxigenar adecuadamente la sangre, como en casos de neumonía severa, síndrome de distrés respiratorio agudo o secuelas por COVID-19.
Cuando el corazón no logra bombear la sangre, como ocurre en infartos masivos o cardiopatías fulminantes.
En ambos casos, el dispositivo funciona como un puente, dando tiempo para que los órganos se recuperen, el tratamiento haga efecto o se prepare una alternativa como el trasplante. La duración del uso puede variar entre cinco días y un mes, dependiendo del tipo de patología y la respuesta del paciente.
En casos respiratorios, se coloca a través de cánulas venosas y permite la oxigenación sin esfuerzo pulmonar. En patologías cardíacas, el ECMO actúa como un sistema circulatorio auxiliar, bombeando sangre por el cuerpo mientras el corazón se estabiliza.
Cada procedimiento ECMO requiere equipos especializados, monitoreo 24/7 y la intervención de un equipo multidisciplinario, conformado por médicos intensivistas, cirujanos cardiovasculares, enfermeras de UCI y terapistas respiratorios.
Según cifras del hospital, más de 20 pacientes acceden a este procedimiento cada año, convirtiendo al Rebagliati en un referente nacional en soporte vital avanzado. Esta tecnología, que fue clave durante la pandemia, continúa siendo una herramienta fundamental para salvar vidas.
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